Mamá Teresa
Mi adorada abuela, ha
tejido almas con su alma
ha convertido el
llanto en alegría.
Entregando su vida, cada
día.
Ella, con fuerte voz
inquebrantable
Con mirada profunda y
sincera
Viste de esperanza a
cualquiera.
No te vayas querida
abuela, No te vayas nunca.
Resiste, no falta
nada.
Son casi 100; tus años
caminados.
Y parece que ayer,
cuando te conocí.
Estabas igual que hoy.
Tan hermosa y al
mismo tiempo, tan fuerte.
Jamás olvidaré tus
palabras de esperanza.
La sazón de tus comidas,
echas con el corazón, y
tus sabios consejos,
para llegar a viejo.
Que la luz de Dios
alumbre tu existir
En la eternidad de la
vida,
y en la eternidad de
tu alma.
Autor: RJL
No hay comentarios:
Publicar un comentario