Un adolescente armado, un celular prestado por un criminal del Urabá, y una red de silencios que amenaza con romperse: el ataque en Modelia no fue un hecho aislado, sino un mensaje encriptado que la Fiscalía empieza a descifrar.
Bogotá no ha vuelto a ser la misma desde aquel 7 de junio. El reloj marcaba las 6:40 de la tarde cuando un estruendo sacudió la calma del barrio Modelia. Las risas de un mitin político se ahogaron en gritos. Miguel Uribe Turbay, senador y figura en ascenso hacia la presidencia, fue blanco de un atentado que rozó la tragedia, pero abrió una grieta más profunda: la del miedo.
El Niño del Terror
El país aún no asimila que el dedo que jaló el gatillo pertenecía a un adolescente de 15 años. Pero lo que parecía una noticia trágica más, se convirtió en el prólogo de una historia más oscura. La clave de ese rompecabezas no es una pistola, ni siquiera el agresor. Es un celular. Uno que no pertenecía al menor, pero que podría derrumbar a toda una red de crimen político.
Datos Escalofriantes
Ese dispositivo, encontrado durante un allanamiento nocturno en casa del joven sicario, no era suyo. Lo había recibido de alias ‘El Costeño’, un nombre que ya causa escalofríos entre los investigadores. Un hombre curtido en delitos, procedente del Urabá antioqueño, con antecedentes por robo y porte ilegal de armas, que vuelve a aparecer, esta vez con una función siniestra: el cerebro logístico del atentado.
El teléfono está ahora en manos de la Fiscalía General de la Nación. Dentro de él, se presume, están los nombres, las rutas, los mensajes, los silencios… la verdad. ¿Quién dio la orden? ¿Por qué un joven? ¿Y qué papel juega ‘Gabriela’, la mujer que acompaña al criminal en los videos previos al ataque?
Las cámaras de seguridad revelaron lo impensable: ‘El Costeño’ no solo prestó el celular, sino que también condujo el vehículo donde el adolescente se cambió de ropa tras disparar. Además, se rastreó una transferencia hecha desde una cuenta de Nequi a su nombre para pagar al conductor que lo llevó a la escena del crimen. Todo planificado. Nada improvisado.
Mensaje Mortal para Colombia
Pero hay algo aún más perturbador: la precisión con la que operó esta red. Como si hubiera sido ensayado. Como si el mensaje detrás del disparo no fuera solo para Uribe Turbay, sino para todo el país.
¿Estamos frente a una amenaza que trasciende lo electoral? ¿Cuántos menores más están siendo reclutados como peones de guerra política?
Las autoridades no revelan la verdadera identidad de ‘El Costeño’. Lo protegen… o quizás temen lo que podría suceder si su nombre se hace público. ¿Quién lo respalda? ¿Qué poderes lo cubren?
La sociedad asiste atónita. La mezcla de política, crimen organizado y la vulnerabilidad de un joven usado como instrumento mortal enciende todas las alarmas. ¿Hasta dónde llegará esta investigación?
Mientras el celular es analizado en los laboratorios forenses, el país aguanta la respiración. No es solo un teléfono. Es una caja de Pandora. Y al abrirse, podría reconfigurar todo el tablero político.
Colombia tiembla. No por lo que ya sabe, sino por lo que está a punto de descubrir.
Por: El Profe Network

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