El cacao es amazónico, y no
centroamericano como se creía hasta ahora, y ya se consumía hace cinco
mil quinientos años, o eso al menos se desprende de la investigación
desarrollada por varios arqueólogos ecuatorianos y franceses, que
hallaron restos de una gran cultura en el sureste de Ecuador.
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Este grupo encontró evidencias químicas y físicas de cacao, de la variedad fino de aroma,
muy apetecida actualmente por la industria del chocolate en el mundo,
en los vestigios de unos recipientes hallados en la provincia de Zamora
Chinchipe, en la Amazonía ecuatoriana.
Francisco
Valdez, que dirige la misión de investigación en el yacimiento Santa
Ana-La Florida, en el cantón Palanda de Zamora Chinchipe, aseguró a Efe
que el cacao fue criado en la alta Amazonía y desde allí, de alguna
forma, fue trasladado a Centroamérica.
"En
realidad -dijo-, el cacao no es originario de esa zona", de
Centroamérica, como se ha conocido hasta ahora, pues se presume que,
incluso, hace unos siete mil años ya había crecido en la cuenca alta de
la Amazonía.
Para
él, el descubrimiento arqueológico podría trastocar la historia
americana como se la conoce actualmente, sobre todo romper la visión de
que "la Amazonía era salvaje y que la selva impedía que nada se
desarrollara".
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