Por Joshua Schneyer y Nicolas Medina Mora Perez
La sed de China por petróleo extranjero llegó a niveles nunca vistos:
el control casi total de las exportaciones de crudo de Ecuador, según
documentos a los que Reuters tuvo acceso.
En noviembre del 2012, el gerente general de la petrolera estatal
Petroecuador, Marco Calvopiña, fue enviado a China para ayudar a
conseguir 2.000 millones de dólares en financiamiento para el gobierno.
Las negociaciones, que incluían el compromiso de vender millones de
barriles de crudo ecuatoriano a empresas estatales chinas hasta el 2020,
se dilataron por días. Ansioso, Calvopiña amenazó con regresar.
"Si los documentos de la Fase III de la transacción no son firmados
en los próximos días no puedo permanecer en Pekín", escribió en una
carta confidencial al Banco de Desarrollo de China a la que Reuters tuvo
acceso.
Pero en realidad Calvopiña no tenía más alternativa que esperar.
Sin acceso a financiamiento externo desde el incumplimiento del pago
de 3.200 millones de dólares en deuda en el 2008, Ecuador ahora depende
mucho de fondos chinos, que deberían llegar a cubrir un 61 por ciento
de los 6.200 millones de dólares en financiamiento que el Gobierno
necesita este año. A cambio, China podrá recibir hasta un 90 por ciento
de las exportaciones de crudo ecuatoriano en los próximos años, un trato
inusual en el diversificado mercado petrolero de hoy día.
"Este es un cambio importante y dramático", dijo René Ortiz, un ex
ministro de Energía de Ecuador y secretario general de la Organización
de Países Exportadores de Petróleo. "Nunca ha puesto el Ecuador su crudo
como garantía para sus necesidades de deuda externa".
Ecuador, un pequeño exportador de la OPEP, bombea alrededor de
520.000 barriles de petróleo por día (bpd), cerca de un 5 por ciento de
la producción de Arabia Saudita. Pero el papel de China en la nación
andina muestra que las petroleras del gigante asiático se están
transformando en importantes operadores en mercados de energía al otro
lado del planeta.
El petróleo que Ecuador vende a las empresas chinas puede ser
revendido en cualquier parte. De hecho, menos de 15.000 bpd se quedarán
este año en China. Buena parte del crudo ecuatoriano es revendido a
Estados Unidos.
El presidente Rafael Correa, un socialista crítico del poder que las
grandes petroleras occidentales y las operadoras privadas de energía
tuvieron en el pasado en Ecuador, ha elogiado los acuerdos con China
como un ejemplo de comercio exitoso entre dos cercanos aliados.
Pero Ortiz y otros críticos dicen que la dependencia de los créditos
chinos en condiciones cada vez más desventajosas puede dañar la
competitividad de Petroecuador, afectar la transparencia de una
industria petrolera que representa la mitad de las exportaciones de
Ecuador y distanciar al país de otros acreedores.
Contratos, presentaciones de las compañías y calendarios de
embarques de crudo muestran cómo China llegó a dominar la
comercialización de los 360.000 bdp exportados por Ecuador desde que su
mayor petrolera, PetroChina , ofreció a Petroecuador los primeros 1.000
millones de dólares en financiamiento a mediados del 2009.
En abril del 2010, compañías chinas estaban recibiendo alrededor de
una tercera parte de las exportaciones ecuatorianas de crudo. Un año más
tarde, los volúmenes casi se habían duplicado. A mediados del 2013,
empresas controladas por el Estado chino recibían un 83 por ciento de
las exportaciones de petróleo de Ecuador.
Cuando fue anunciado el último préstamo en agosto, el monto del
financiamiento que China prometió a Ecuador durante la presidencia de
Correa llegó a casi 9.000 millones de dólares, equivalente a un 11 por
ciento del Producto Interno Bruto ecuatoriano.
Alrededor de un 60 por ciento de esos envíos de petróleo son
manejados por PetroChina, la segunda mayor petrolera de capital abierto
del mundo detrás de ExxonMobil, y el brazo público de la matriz estatal
China National Petroleum Corp (CNPC). La estatal Unipec, la unidad de
comercialización de la gigante Sinopec Corp y otras compañías chinas se
llevaron volúmenes menores, según los calendarios de embarques.
La creciente sed de Pekín por recursos naturales llevó a empresas
chinas a ofrecer al menos 100.000 millones de dólares en financiamiento
relacionado con petróleo alrededor del mundo.
China ya controla crecientes volúmenes de crudo procedente de
Venezuela, donde ofrecieron préstamos por al menos 43.000 millones de
dólares. En Rusia los préstamos podrían superar los 55.000 millones de
dólares, en Brasil son de al menos 10.000 millones y en Angola de
alrededor de 13.000 millones de dólares.
En Ecuador, firmas chinas participan además en yacimientos
petroleros y en un proyecto de refinería. La mayor parte de las
transacciones de préstamos no otorga a China el control directo de los
pozos, reservas u oleoductos. Los créditos son pagados con el dinero que
resulta de las ventas del crudo de Petroecuador a las empresas chinas.
"Nos aseguran financiamiento para el país a cambio de que les demos
la seguridad de que les vamos a vender crudo a precios internacionales",
dijo el entonces ministro de Finanzas, Patricio Rivera, a la televisión
estatal más temprano este año.
PetroChina International dijo a Reuters que sus acuerdos con Ecuador
"son contratos comerciales puramente normales entre dos compañías" y
"han demostrado ser mutuamente beneficiosos".
La petrolera china declinó discutir los términos de esos acuerdos.
Una portavoz de Petroecuador también declinó hacer comentarios y la
oficina del presidente Correa no respondió preguntas formuladas por
Reuters.
Operadores apoyados por Pekín
Los adelantos de dinero realizados por China a Ecuador cubren apenas
una parte de los cerca de 13.000 millones de dólares al año que la
nación sudamericana puede ganar con sus ventas de petróleo. Pero desde
el 2009, Petroecuador acordó vender varios cientos de miles de barriles
de petróleo a compañías chinas, valorados en mucho más que los
préstamos, según un análisis realizado por Reuters de siete contratos
diferentes. Con esos suministros comprometidos, otros compradores tienen
ahora pocas posibilidades de adquirir el crudo de Petroecuador en
subastas competitivas.
Ecuador reserva sólo un 10 por ciento de sus exportaciones de
petróleo para vender en esas subastas al mejor postor, dijo Calvopiña a
la televisión estatal este año. En el pasado, las subastas eran mucho
más comunes y frecuentadas por las grandes petroleras estadounidenses y
corredoras europeas. En una de las apenas tres anunciadas este año, la
española Repsol compró 4,3 millones de barriles en septiembre.
Hace tiempo que los perforadores chinos compiten con grandes
petroleras como Exxon. Desde el 2009 gastaron unos 100.000 millones de
dólares en comprar yacimientos de petróleo y gas en América Latina y
otras partes del mundo. Este mes, PetroChina y su matriz CNPC acordaron
comprar participaciones en tres yacimientos de petróleo y gas natural de
Perú por 2.600 millones de dólares.
Pero los expertos dicen que la estrategia de las compañías chinas
está evolucionando: al ganar el control de los flujos de crudo de otras
petroleras nacionales, las gigantes chinas están metiéndose en el
negocio de las operaciones de petróleo donde compiten con grandes
corredoras de materias primas como Trafigura y Glencore.
"Ese es parte del aumento de la sofisticación de las compañías
chinas", dijo Chen Ziwhu, profesor de la Universidad de Yale y
especialista en China. Con los préstamos respaldados en petróleo, "las
compañías chinas se están alejando de la compra de yacimientos y pozos
petroleros".
Los nuevos flujos del petróleo permiten a China cubrir su exposición
a los precios del crudo o problemas de suministro de proveedores
cercanos a casa, incluyendo importantes productores de la OPEP como
Arabia Saudita, Irán e Irak.
Aunque China está aumentando sus importaciones de petróleo, que
llegaron a unos 6,3 millones de bpd en septiembre, muchas de sus
petroleras estatales ahora comercializan más crudo en el extranjero de
lo que importan a casa, según dijo un funcionario a Reuters el mes
pasado.
Menos de un 2 por ciento del petróleo ecuatoriano fue enviado a
China durante el segundo trimestre, según datos del banco central de
Ecuador. Sin embargo, al menos 214.000 bpd de crudo ecuatoriano fueron
para Estados Unidos, donde muchas refinerías están configuradas para
procesar el petróleo pesado latinoamericano.
Las empresas chinas actúan como intermediarias en la mayoría de las
ventas de petróleo ecuatoriano, pero mantienen una opción estratégica de
desviar barriles a China si fuera necesario. Y mientras China aumenta
la comercialización en la región, se deterioran las relaciones de
Estados Unidos con Venezuela y Ecuador, cuyos líderes son abiertos
críticos de Washington.
"Si el control de China de la industria petrolera de América del Sur
continúa creciendo puede volverse una preocupación para las autoridades
estadounidenses", dijo Riordan Roett, un profesor de ciencias políticas
en la John Hopkins School of Advanced International Studies en
Washington.
Mayor influencia
Un análisis de cientos de páginas de documentos ecuatorianos,
incluyendo memorandos internos de Petroecuador, presentaciones y
calendarios de envíos de crudo, ofrecen nuevos detalles sobre cómo China
llegó a dominar los flujos de petróleo de la nación sudamericana.
Poco después de llegar al poder en el 2007, Correa, un economista
formado en Estados Unidos, calificó como "ilegal" e "ilegítima" gran
parte de la deuda externa de Ecuador y al año siguiente el país declaró
una moratoria.
Con Ecuador convertido en un paria en los mercados de crédito y el
gobierno en dificultades para equilibrar su presupuesto, PetroChina
ofreció en el 2009 un salvavidas depositando 1.000 millones de dólares
en las arcas ecuatorianas.
El acuerdo de "pre financiamiento" debía ser repagado en dos años e incluía una tasa de interés de un 7,25 por ciento.
Ecuador comprometió 96.000 bpd de su petróleo para las empresas chinas.
Inicialmente, PetroChina acordó también vender petróleo ecuatoriano en Perú o Chile, vistos como el "mercado natural" de Petroecuador. Por razones competitivas, muchas petroleras estatales de naciones de la OPEP mantienen un estricto control sobre el destino de su crudo. En un memorando con fecha de junio del 2009, el Ministerio de Hacienda de Ecuador desaconsejó permitir que China revendiera el petróleo ecuatoriano donde le diera la gana.
A medida que los préstamos comenzaron a fluir, las compañías chinas también parecían ganar favores en Ecuador.
En el 2009, Correa era elogiado por los ambientalistas por no
permitir las perforaciones en Ishpingo-Tambococha-Tuputini -o ITT- un
área rica en petróleo en el Parque Nacional Yasuni. Para ese objetivo
salió a buscar 3.600 millones de dólares en financiamiento de las
naciones ricas.
Pero el mismo año el ministro de Planificación Económica de Ecuador
preparó una presentación privada para el equipo de Correa, vista por
Reuters, donde prometió hacer "el mayor esfuerzo para apoyar a
PetroChina y Andes Petroleum en la exploración en ITT".
Correa eliminó la iniciativa de Yasuní en agosto de este año,
argumentando insuficiente financiamiento, y sugirió que permitiría las
perforaciones en una pequeña área del ITT. El presidente dijo que
Petroamazonas, un brazo operativo de Petroecuador, perforaría en el
parque.
Después del 2009, los términos de los nuevos créditos chinos
cambiaron, según muestran los documentos. Un acuerdo del 2010 por otra
línea de crédito por 1.000 millones de dólares del Banco de Desarrollo
de China recortó la prima que PetroChina pagaría por el crudo de Ecuador
y autorizó a PetroChina para revender el crudo en cualquier mercado.
A inicios del 2011, Ecuador obtuvo otro crédito por 1.000 millones
de dólares y autorizó a PetroChina a tomar dinero de cualquier otra
compañía que le debiera a Petroecuador si Ecuador no lograba cumplir con
los términos de los repagos.
¿Remordimientos de deudor?
En algunas ocasiones, Petroecuador ha tenido dudas sobre los
acuerdos. En una presentación de marzo del 2011, por ejemplo, advirtió
que el trato con PetroChina impedía vender petróleo a compradores
dispuestos a pagar más. Factores de mercado estaban convergiendo para
hacer más "competitivo" el petróleo ecuatoriano, dijo, sugiriendo
comprometer una menor cantidad de barriles a PetroChina. Pero el consejo
fue pasado por alto.
PetroChina también se asoció a corredoras privadas, entre ellas una
basada en Suiza llamada Taurus Petroleum, cuyas operaciones en petróleo
iraquí llamaron la atención de fiscales estadounidenses en el pasado,
para revender parte del petróleo ecuatoriano.
Por ahora la capacidad de Petroecuador de buscar otros clientes
parece ser limitada. Un memorando interno de la petrolera ecuatoriana
preparado antes de que el Banco de Desarrollo de China ofreciera su más
reciente préstamo incluía un recordatorio sobre la deuda: "Con la
transacción propuesta (...) el CDB (el Banco de Desarrollo de China, por
su sigla en inglés) estaría incrementando considerablemente su apoyo
financiero a la República del Ecuador, convirtiéndose en su mayor
acreedor financiero". Los préstamos chinos, dice el documento, estarán
ahora vinculados a "la mayoría de los ingresos de la República del
Ecuador por ventas petroleras a mediano y largo plazo".
Fuente: http://www.eluniverso.com/noticias/2013/11/27/nota/1832696/reporte-agencia-reuters-china-tomo-control-petroleo-ecuador
Foto: RJL. Web.
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