El presidente del Ecuador, Rafael Correa; ante la comunidad internacional ha vendido muy bien la imagen de “un gobierno de burbujas en el país de las maravillas”. Acabo de retornar de un recorrido internacional y la gente normal, común y corriente de varios países de la región piensan que Correa es un buen presidente, que apoya a los indígenas y más bondades porque él mismo se echa flores en todas las reuniones, cumbres y convenciones internacionales.
La realidad dentro de casa es muy diferente, si bien es cierto que hay unos cuantos “wasi kamas”, lo dijo un dirigente de la CONAIE; pero, el 99.9% de los indígenas estamos desde las calles exigiendo correctivos a los errores de nuestro gobernante.
Aclaración: en ningún momento hemos buscando derrocarlo, pero recordemos que hay momentos en las movilizaciones que la intensión es incontrolable, por la propia euforia del pueblo, si eso pasa, Correa caerá por su propio peso.
Dentro de casa no es novedad, escuchar al educado profesional economista Rafael Correa, calificando a los indígenas de “4 pelagatos, ambientalistas infantiles, izquierdistas chiflados, ponchos dorados y más diminutivos, que cuando lo escuchamos, por un momento creo que vienen de un muchacho de la calle con micrófono (con mucho respeto a mis amigos de la calle), que por falta de oportunidad para ir a una escuela aprendieron de los malos ejemplos a faltar el respeto a los demás; pero NO, vienen nada más o nada menos que del presidente constitucional, designado por electores en las urnas; electores que más de uno hoy se arrepienten.
Entonces, cuando salimos a las calles a exigir el elemental derecho al respeto, a la dignidad y al buen nombre que todos y todas nos merecemos, nos manda a gasificar, a disparar sin piedad alguna, como lo hicieron con nuestro compañero y héroe Shuar Bosco Wisun.
Para estas alturas, ya todos tenemos claro que las últimas movilizaciones más allá, de los temas de interés nacional como la ley minera, ley de aguas, educación Bilingüe, fueron un rechazo a la prepotencia, arrogancia e insultos; a la falta de respeto del presidente al pueblo.
Mis palabras no tienen la intensión de mostrar una oposición al régimen; las decisiones acertadas las aplaudimos, como la no ratificación del acuerdo con EEUU sobre la base de Manta, los proyectos de refinería, la limitación a la salida de divisas, la auditoria a las concesiones de radio y televisión, la misma denuncia de caducidad de la empresa petrolera Oxi (antes de ser presidente), claro que no son muchas las que me vienen a la mente, pero el detalle es que, el movimiento indígena ha sido el primero en salir a las calles a felicitar al presidente cuando hace algo bueno; pero mientras se mantengan los calificativos diminutivos a los indígenas, a los maestros, a los campesinos, mientras mantenga su arrogancia, prepotencia para sentarse a dialogar y, sobre todo, a debatir con altura los temas de interés nacional, el movimiento indígena volverá a las calles, una y las veces que sean necesarias, mientras corra por nuestras venas la herencia de lucha y voz de protesta que nos enseñaron nuestros padres.
Claros estamos que atrás de nuestras luchas hay oportunistas, como los Gutiérrez; otros, antes social cristianos, ahora madera de guerreros, en mi provincia, MAS; banqueros, dueños de medios de comunicación masiva, analistas representantes de los empresarios evasores de impuestos; todos ellos, asechando para en la primera oportunidad salir a figurar y manifestar sus respaldos, sus solidaridades; claro, de eso hay y no los podemos callar, están en su derecho; pero el pueblo ya los conoce de que pata cojean, lo dice un viejo y sabio refrán.
Por el bien de todos los ecuatorianos, por un lado participaremos activamente en las mesas de debates acordados entre el Gobierno - CONAIE y Organizaciones Sociales; y por otro instamos al pueblo en generar a fortalecer cada uno de los temas de la lista de acuerdo; sólo así la ley minera que se acordó reformar, será una ley de todos, la misma que garantice que las riquezas que están bajo nuestras montañas estén al servicio de los 13 millones de ecuatorianos y no de 4 empresas extranjeras que hoy acaparan las concesiones; que la ley de aguas, sea una ley que garantice la gestión comunitaria, pública, libre de privatizaciones en contrapuesta a lo que hoy dice el Proyecto en el Art. 73, prioridad para los proyectos de prioridad nacional (empresas mineras extranjeras, en el caso de Zamora Chinchipe, Morona Santiago, Intag y otros lugares); y, que cada uno de los temas del acuerdo sean tratados deliberadamente y con la mayor responsabilidad colectiva, solo así las nuevas leyes perdurarán y serán respetadas; dejando atrás esa nueva costumbre de reformar leyes a la noche siguiente de ser aprobadas, para muestra revisemos la pagina web de la Asamblea Nacional:
www.asambleanacional.gov.ec/tramite-de-las-leyes.html y en número igual a la lista de proyectos aprobados están los proyectos de reformas.
Que los dioses, los espíritus de los abuelos y de los grandes héroes de la historia, nos ayuden a guiar nuestros siguientes pasos, por el bienestar de todos, no solo de los indígenas.
Una contribución a los esfuerzos de armonizar el estado Intercultural y Plurinacional.
Twpak Ywpanki MaytaKichwa SaraguroDirigente de Tierras y RR.NN de ZAMASKIJAT (filial de la CONAIE y ECUARUNARI)