Así lo
afirma Maquiavelo que “La política no tiene relación con la moral”. Pero creo
que en el pueblo si existen seres humanos con ganas de servir y no servirse. Y
en ese camino moralmente los altruistas no necesitan acciones de “Corrupción”
para sentir felicidad. De aquella que brinda paz a la conciencia; cumpliendo en
la vida con las acciones de desprendimiento. Porque un día aquellos corruptos han
de partir sin llevarse nada de la riqueza ilícita acumulada en este mundo. Pues
vacíos llegamos y asimismo partiremos.
Un día escuchamos a Febres-Cordero, Noboa, Bucarán, Gutiérrez, Glas, Lasso, Correa, Rivadeneira, Espinel y más…odiar a la Corrupción. Y prometieron trabajar para el pueblo y luchar contra la “Corrupción”. Pero nada, están; y forman parte de la historia del Ecuador como políticos que están marcados por ese término que no quisiéramos oír, pero que debemos aceptar.
Ya No está Febres-Cordero, y si revisamos su ataúd no encontraremos más, que sus huesos. Pues todos sabemos que se sirvió y sirvió a los de su grupo de poder. Y al pueblo necesitado (especialmente pobre) le dio migajas. Pero, ¿donde está la riqueza acumulada a través del poder político? Claro, seguramente con su familia y grupo de amigos. Es decir, no se llevó nada. Porque en vida, él no actuó bajo los preceptos de la moral.
Inmoral y mal ejemplo para la sociedad. Un hombre de pocos valores que desencadenó la “Corrupción” en Ecuador. Y que hoy, al usar el bisturí del médico político Iván Espinel, para realizar un corte o incisión a los políticos del actual o anteriores Gobiernos, notaremos que sale pus de “Corrupción”.
Es tanta la corrupción que, en las operaciónes políticas, se descubren enfermos: tanto al médico como al paciente.
El
virus de la “Corrupción” está lijado a la política en Ecuador. Pronto debemos engañar
a la “Corrupción” cambiando el término política por uno diferente. Trabajemos
juntos conciudadanos, ya No sigamos el juego, ni este mal ejemplo de los llamados
Padres de la Política Nacional. El virus está en la mayoría de instituciones
públicas, y así, así no puede ser. Así unos siguen teniendo más y otros poco o nada.
Guardemos
un minuto de silencio y al despertar busquemos otra terminología para la
palabra “Política”. Para que el virus de la “Corrupción” se aleje, se vaya, se
difumine de nuestra sociedad.
Porque este
virus llamado “Corrupción” podría convertirse en una maldición del pueblo. Y seguir
haciendo daño a nuestros jóvenes: hombres y mujeres que desean incursionar en
la política del plano nacional, provincial o local (cantones y parroquias).
Tenemos varios malos ejemplos como: la falsa Mama Negra, Cabeza de canguil, Guatita,
El Mentiroso de Carondelet, El Banquero, Niño Mañoso, y más…
Dediquémosle
un minuto de silencio a la “Moral” y trabajemos juntos para que el espíritu del
desprendimiento económico se pose en nuestros corazones y mañana cuando seamos
administradores de la riqueza pública la repartamos equitativamente como la
razón moral y legal lo manden.
Amén.
Por: Raúl
Javier Lojano
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