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lunes, 13 de mayo de 2019

EL ANÁLISIS DEL DIRECTOR DE 4PELAGATOS SOBRE

José Hernández
Nada que hacer: el país está amorcillado

Amorcillado: dicho de un toro herido mortalmente que no cae; se mantiene con esfuerzos en pie. ¿Es el adjetivo que mejor define al país? Ecuador está parqueado en esa zona donde no hay prisa de llegar a ninguna parte, da lo mismo avanzar o retroceder y ninguna causa cuenta con suficiente apoyo o masa crítica.


El Presidente Moreno dijo este 6 de mayo, cuando presentó el acuerdo nacional, que él toma las decisiones a tiempo. Y que nada ha pasado en el país por ese motivo. Es una respuesta directa a aquellos que lo critican por dejar pasar el tiempo sin tomar decisiones. Y se refería al aumento en el precio de algunos derivados del petróleo que no provocaron grandes manifestaciones, paros o bloqueos.


El Presidente, al decir que nada ha pasado, alude a lo mismo: al amorcillamiento. Pero, lejos de inquietarse, saca partido. Lo ve como resultado de una estrategia sabia. Y, claro, allí donde Moreno se otorga certificados de cordura, otros ven vacío presidencial, ambigüedades y pérdida costosa de oportunidades.

Mirado en retrospectiva, tras ese primer año de gobierno en el cual suscitó un arreglo de cuentas con Rafael Correa, el Presidente aparece como promotor de este estado cataléptico en el cual se encuentra el país. Un país que cerró los ojos ante Correa, autoritario e hiperactivo, y que ahora no sabe qué hacer ante un Presidente que sobrevive haciendo anuncios políticos (cirugía mayor a la corrupción, comisión Internacional contra la corrupción, acuerdo nacional…) destinados a dorar la píldora y a ganar tiempo.


Nada pasa en Carondelet y nada fundamental pasa en la Asamblea, fuera de un leve movimiento de sillas. La gobernabilidad se juega en un rango estrecho en el cual todas la fuerzas políticas se neutralizan. En ese ambiente, lo que más tarima tiene es ese baile macabro de rabos de paja que debe tener atribulada a Diana Salazar, nueva Fiscal General de la Nación. Rabos de paja que sin inmutarse se erigen en factores de poder ávidos de negocios y de inclinar la balanza en la Asamblea. O de los dos.

La institucionalidad es tan frágil que, ahora que se despiden Julio César Trujillo y los otros seis consejeros del CPCCS, todo el mundo se pregunta con qué agenda llegarán sus reemplazos y si Correa ya logró voltear algunos de esos votos. Pero claro hay otra pregunta mucho más dramática que atraviesa muchas conversaciones en los cenáculos más informados: ¿cómo logrará sobrevivir el presidente Moreno los dos años que le restan? El acuerdo nacional, tan necesario y tan mal administrado por el vicepresidente Sonneholzner, no ha sacado al país de este estado que congela buenas y malas noticias. Sus declaraciones en el sentido de que hay mesas que podrían cerrar sus acuerdos en noviembre, prueban que él también llegó a ayudar a programar el amorcillamiento general.

Fuente: 4Pelagatos

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