Y cuentan nuestros abuelos...entre otras cosas, que Zamora siempre ha sido una tierra intercultural de paz.
A modo de tertulia debo decir que hoy soy un testigo más de la armonía que tiene la denominada "tierra de aves y cascadas". Y espero comprendan lo de tertulia, es decir, que los temas que abordaré son diversos en distintos contextos vistos en la realidad de la majestuosa Zamora.
La fiebre del oro atrajo a muchos ciudadanos de diferentes partes del Ecuador, hacia este pequeño pueblo de la Amazonia. Interculturalmente caminamos por la senda del desarrollo...juntos, claro, aunque nuestras ideologías políticas nos dividan a veces, pero como son los niños, así somos quienes habitamos en Zamora. Nos disgustamos en algún momento y en otro ya estamos juntos. Por ejemplo cuando juega la tricolor, en la fiesta de Carnaval, en la Navidad, al finalizar un año, en fin. Los zamoranos somos amigables en toda la extensión de la palabra.
Esta tarde estuve sobre la pequeña montaña (El Tejar) donde está ubicado el reloj gigante, aquel al que en su momento muchos nos opusimos diciendo que era una mala inversión, solo el tiempo nos enseñó que las locas ideas suelen marcar la diferencia, esta vez positivamente; para el desarrollo turístico.
En desarrollo...
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