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viernes, 12 de diciembre de 2014

"Correa está destruyendo los valores democráticos": Enrique Ayala Mora

El historiador y político socialista Enrique Ayala Mora bucea en los orígenes del caudillismo ecuatoriano para establecer la herencia autoritaria del correísmo y sus aportes a la política nacional: la creación de una gran clientela política gracias a la propaganda, un programa de obras públicas y el respaldo de las Fuerzas Armadas.

11 de septiembre del 2014

REDACCIÓN PLAN V

Enrique Ayala Mora

Es licenciado y doctor en Historia y rector de la Universidad Andina Simón Bolívar. Estudió en las universidades de Essex y Oxford. Fue líder del Partido Socialista, del cual se ha distanciado. Fue diputado. 

¿Cómo ve usted el tema de la reelección presidencial en el Ecuador? 

Es importante distinguir, como usted hace, entre la reelección presidencial y la de otros funcionarios. No es lo mismo reelegir un alcalde municipal que hacerlo con el jefe de Estado. No es lo mismo en el caso de los legisladores, que a mi juicio deberían hacer carrera, y poder ser reelegidos para que hagan oficio de la legislación y respondan en el largo plazo a sus electores, que el caso del Presidente de la República. 

¿Cuál ha sido la tradición constitucional con relación a la posible reelección del jefe del Estado ecuatoriano?

En el país, históricamente, ha habido dos alternativas de reelección. La una que el Presidente puede ser reelecto pasando un periodo, y la otra que pueda ser reelecto pasando dos periodos. La mayoría de nuestras constituciones permitieron la reelección pasando un periodo, lo que se aplicó en el caso de Velasco Ibarra, que gobernó cinco veces, al ser electo una vez y reelecto cuatro más. Ese es el caso de la reelección pasando un periodo. En el caso de Alfaro, estaba vigente la Constitución de 1897, que establecía la reelección después de dos periodos, por lo que no pudo lanzarse de candidato a Presidente después de Leonidas Plaza que fue su sucesor. Por eso hubo un golpe de Estado que llevó a Alfaro otra vez al poder. 

"Competir con un Presidente en el poder, más aún si tiene inmensas atribuciones, es una situación de desequilibrio con quienes no están en esa posibilidad".

¿Pero cuál ha sido la tradición más respetada?

Bueno, pienso que lo más sano de nuestras constituciones ha sido la reelección tras un periodo, que no es una reelección inmediata. No obstante, sí debe de haber la posibilidad de reelecciones posteriores pues pienso que los ecuatorianos tienen derecho de escoger su Presidente.

¿Por qué no reelegir al presidente de manera inmediata si el pueblo tiene ese derecho?

Porque al contrario de lo que ocurre en regímenes parlamentarios, que son un caso distinto, en el gobierno presidencialista el Presidente tiene todo el poder en sus manos, tiene todo el control del Estado y la capacidad de mover las fichas para montar una reelección desde el poder, y eso trae consecuencias graves en términos de la posibilidad de alternabilidad real. Competir con un Presidente en el poder, más aún si tiene inmensas atribuciones, es una situación de desequilibrio con quienes no están en esa posibilidad. En la Constitución vigente se aplicó una tradición chilena del siglo XIX y una norma de Estados Unidos de los años 30 del siglo XX: el Presidente es electo por una vez y puede ser reelegido por una segunda vez pero ya nunca más. Esa es una restricción que parece sensata: la reelección se limita a dos ocasiones. Se optó en Ecuador por esta fórmula, pero ahora se quiere cambiar, se quiere patear el tablero y cambiar esa norma que restringue a quien ejerce el poder. La democracia, por definición, es una norma de control del poder, que se vuelve absoluto y se concentra. Ir hacia la reelección indefinida está fuera de nuestras tradiciones y ha terminado muy mal las dos veces que se ha implementado.

Fuente: http://www.planv.com.ec/historias/entrevistas/correa-esta-destruyendo-valores-democraticos-enrique-ayala-mora

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