Un hombre se hallaba parado sobre el viejo puente del tren en el Socavón, mientras tambaleante por los efectos del alcohol, con sus dos manos ataba torpemente una soga a su cuello y el otro extremo a los rieles de acero, para luego lanzarse al vacío y así ponerle fin a su vida.
Antes que Manuel E. (nombre protegido) pudiera cumplir con su objetivo llegó la Policía para impedirlo. Los uniformados intentaban convencer al hombre que no lo hiciera y él se resistía a bajar del lugar argumentando que quería matarse porque le habían quitado a su hija y que su mujer estaba con otro hombre.
El tráfico aumentaba paulatinamente por la decena de personas que asombradas esperaban el desenlace de esta historia. La bulla de la ciudad y las voces de varios policías y bomberos lograron distraer a Manuel, mientras un policía cortó la cuerda sin que el suicida pudiera notarlo.
Después de varios minutos Manuel saltó, lograron sostenerlo de la chompa pero cayó al piso sin recibir fuertes lesiones, en ese momento trataron de tranquilizarlo, pero no había palabra que logre calmarlo.
En medio del forcejeo Manuel pudo soltarse y salió corriendo hacia el río Ambato. En ese momento quiso lanzarse al agua para que se lo lleve la corriente, fallando nuevamente en su intento de suicidio, pues los bomberos y la Policía lo detuvieron.
Esta vez el ambiente se puso tenso, ya que mientras transitaban el camino que conducía a la calle principal, Manuel agredía verbalmente a los uniformados y amenazaba que si lo detenían buscaría la forma de matarse en la cárcel.
La desesperación de este hombre aumentaba a cada paso, muchas veces intentó soltarse para huir y buscar otra forma de suicidarse, pero no lo consiguió. Después de un chequeo médico para verificar su estado de salud fue trasladado hacia La Policía.
Este hombre fue detenido y juzgado por alterar el orden público. Después de una charla permaneció un día en prisión por esta contravención, en la audiencia no se solicitó atención sicológica para el suicida. Desde que fue liberado no se conoce el paradero de Manuel.
Como la historia de este hombre, otros 73 intentos de suicidio se han registrado en la provincia hasta el mes de septiembre según datos de la Gobernación de Tungurahua.
En general, la cifra de suicidios en el Ecuador ha crecido, según datos del Observatorio de los Derechos de la Niñez y Adolescencia y se presenta más entre los jóvenes de 12 a 17 años.
El estudio, citando las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), indica que entre 1997 y 2009, un poco más de 1.400 adolescentes a escala nacional se quitaron la vida intencionalmente. “Se estimaría que cada tres días un adolescente de 12 a 17 años perdió su vida por esta causa”, señala el documento.
La Organización Mundial de Salud (OMS) advierte que el problema es más grave. “Por cada joven suicida hay por lo menos 40 más que intentan hacerlo”, señala y añade que es la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años.
La OMS advierte sobre la necesidad de abrir el debate del tema al que llama tabú y tratar sin sensacionalismo y sí con profesionalismo esta temática.
40
suicidios son de hombres y 17 de mujeres.
Falta de ayuda
Luis Criollo, director provincial de Salud de Tungurahua, manifestó que quienes se acercan a las casas de salud por intento de suicidio reciben terapias y un seguimiento del caso encabezado por un sicólogo clínico.
Sin embargo Carolina E. (nombre protegido) de 15 años de edad, hace algún tiempo intentó quitarse la vida tomándose veneno luego de enterarse que estaba embarazada. Después del incidente, los familiares la llevaron a un centro de atención público y tras los respectivos procedimientos para salvar su vida no recibió ningún tipo de terapia o ayuda psicológica.
Casos en Tungurahua
En lo que va del año, el número de suicidios en la provincia se ha duplicado en comparación a 2014. Hasta el momento se registran 57 muertes.
En los últimos 15 días se dieron 7 suicidios, 6 en el área rural y uno dentro de la ciudad. Uno de los casos más dolorosos fue el de un adolescente de 15 años que lo encontraron ahorcado en su casa, en Pelileo.
El joven provenía de un hogar disfuncional, sus padres se habían separado hace algún tiempo y no mantenía una buena relación con su progenitor. El adolescente ya se encontraba recibiendo tratamiento sicológico. Presuntamente la oposición de su familia ante la relación sentimental que mantenía con una joven habría sido la motivación para que él tome la decisión de suicidarse.
Según datos de la Gobernación de Tungurahua, el mayor determinante de los suicidios en un 40% es por problemas familiares y en un 22% por problemas sentimentales. También la cobertura mediática lleva a “imitar” el comportamiento suicida, por ello es necesario animar a la gente a pedir ayuda profesional.
Lira Villalva, gobernadora de la provincia, dijo que los datos provienen de investigaciones de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Extorsión y Secuestros (Dinased), “de los suicidios consumados, se tienen una idea en base a la entrevista que se hacen a los familiares”.
El momento del levantamiento del cadáver, los agentes de la Dinased preguntan a la familia acerca del entorno en el cual se desenvolvía el suicida.
Para Gonzalo Rodríguez, sicólogo clínico, es importante que se realice un análisis más profundo de la situación que impulsó a esta persona al suicidio.
“De alguna forma, al principio la Policía debe hacerlo por cuestiones legales y de registro, pero si se quiere hacer un estudio más complejo, es indispensable que sicólogos clínicos o sociólogos puedan entrevistar a la familia de una manera más detenida y apostando a tener información más minuciosa que el policía por su campo no conoce”, manifestó Rodríguez. De esta manera la información que se obtenga provendrá desde un análisis profundo.
Minga por la vida
El 17 de septiembre, la Gobernación de Tungurahua anunció la ‘Minga por la vida’, este proyecto pretende prevenir los suicidios y bajar el índice en la provincia.
La campaña aún no ha iniciado, el proceso empezará la primera semana de noviembre, y esperan llegar a los establecimientos educativos a través de charlas dictadas para los estudiantes y sus padres.
Estas conferencias estarán a cargo de los sicólogos educativos de cada plantel, quienes recibirán capacitaciones por parte de los sicólogos clínicos del Ministerio de Salud.
Para Rodríguez, esta es una buena intención, pero las charlas hacia los jóvenes y sus representantes deben ser abordadas directamente por sicólogos clínicos y no por sicólogos educativos, “si bien el sicólogo educativo es parte de la institución, no tiene la formación y los criterios para ser los profesionales más oportunos para tratar el tema”.
“La sicología tiene sus especialidades y deben tomarse en cuenta, es como pedirle a un médico gastroenterólogo que atienda el corazón”, agregó el Sicólogo Clínico.
Expresó también que las conferencias no deben ser dadas de modo magistral, si no deben ser dinámicas y luego debe haber un espacio donde los muchachos puedan ir en privado a consultar sus dudas, las cuales deben ser resueltas por un sicólogo clínico.
Como parte de la ‘Minga por la vida’ se han realizado convenios con las universidades para que los estudiantes de sicología trabajen en las tenencias políticas brindando atención.
Para Gonzalo Rodríguez, es una buena iniciativa pero lo ideal sería que trabajen profesionales, pero si por cuestiones económicas o de personal no es posible, lo pueden hacer los estudiantes de sicología clínica de último semestre y bajo supervisión de un profesional.
Dijo además, “este es un tema de salud pública y siempre se debió haber tenido la opción de que personas con intentos suicidas tengan la alternativa de ir a psicoterapia, me queda la duda de por qué debemos esperar a que haya una emergencia para poner estas opciones”.
También en esta primera fase el Frente Social se va dirigir, a la comunidad en general. Según la Gobernadora se está realizando contenidos diferenciados para estudiantes, jóvenes, padres de familia y medios de comunicación, cada capacitación se realizará en diferentes etapas.
Según el documento ‘Prevención del suicidio, un imperativo global’ realizado por la OMS en 2014, los suicidios son prevenibles y para que las respuestas sean eficaces, se necesita una estrategia integral multisectorial de prevención.
Una estrategia poderosa para evitar los suicidios y los intentos del mismo es restringir el acceso a los medios utilizados con más frecuencia, incluidos plaguicidas, armas de fuego, sogas y ciertos medicamentos.
En el mismo documento se manifiesta que los servicios de salud tienen que agregar la prevención del suicidio como un componente central. Los trastornos mentales y el consumo nocivo de alcohol contribuyen a que se cometan muchos suicidios en todo el mundo. La identificación temprana y el manejo eficaz son fundamentales para conseguir que las personas reciban la atención que necesiten. (APQ)
TOME NOTA
Los suicidios están dentro de las principales causas de muertes de los jóvenes en el Ecuador.
El Dato
Siete de cada diez suicidios son de hombres.
El suicidio deben estudiarlo profesionales
° Si la mayoría de suicidios se dan entre personas de 20 a 29 años, se debería analizar que está pasando con esa generación con relación al amor, a la vida, cómo intentan resolver conflictos, habría que hacer un análisis sicológico y generacional.
° Hay que aprovechar las charlas y las reuniones con las familias para obtener información de cómo la gente está concibiendo la vida.
° Si la mayor parte de los suicidios se dan en hombres y son por problemas familiares y sentimentales, hay que descubrir cómo se están alimentando estas representaciones.
° Falta información y si se quiere prevenir hay que averiguar y analizar qué pasa, no solo apagando incendios, si no investigando mediante profesionales.
RESCATE. El cuerpo de un joven que se suicidó fue llevado al área forense para su autopsia.
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