Autoridades del cantón Nangaritza, de la parroquia Zurmi,
representantes de ciudadanos del sector, de transportistas y de la
compañía minera Melissa, expresaron ayer el malestar por la actividad
que viene efectuando en el sector La Wantza la compañía minera Vita. El
malestar se debe a que supuestamente esta empresa desarrolla sus
labores, de extracción de sílice, de manera ilegal, lo que estaría
trayendo perjuicios para el sector.
El alcalde del cantón, Guillermo Zhinín, recordó que ya se han realizado
asambleas ciudadanas para pedir a las autoridades e instituciones
correspondientes que den solución al hecho. Señala que no ha habido
respuestas sobre el tema. Citó a entidades y autoridades como la Agencia
de Regulación y Control Minero (Arcom), Ministerio del Ambiente y a la
gobernadora Zobeida Gudiño. Dijo que ellas no han dado respuestas
favorables para el pueblo de Zurmi.
Calificó de “burla” para el cantón Nangaritza la aparente desatención de
las autoridades y entidades que tienen que ver con el tema. “No nos han
dado respuestas, estamos esperando demasiado”, señaló el burgomaestre.
Indicó que entre los problemas que ha generado la actividad de la
compañía Vita está que varios habitantes se han quedado sin trabajo.
Señala que Vita, al “no estar compitiendo en iguales condiciones o como
debe hacerse a través de la Ley”, estaría entregando el sílice a menor
valor en el mercado. Esto a su vez, dijo, ha afectado a la compañía
Melissa.
Zhinín dijo que la situación incluso ha empeorado, ya que en las noches
habría más presencia de volquetes para transportar el sílice que extrae
la compañía Vita. “Están saqueando la riqueza de nuestro cantón y no
están pagando absolutamente nada”, exclamó.
El alcalde aclaró que no están en desacuerdo que la compañía Vita
trabaje en el cantón. Dijo que incluso es beneficioso que más empresas
mineras trabajen en Nangaritza, para así generar fuentes de empleo para
los ciudadanos del cantón. Sin embargo, dejó entrever que la labor
minera debe cumplirse en el marco de la legalidad. Sobre Vita, dijo que
esta empresa tiene autorización para realizar minería artesanal, pero lo
que estaría haciendo es pequeña minería.
Guillermo Zhinín señaló que si las autoridades competentes no solucionan el tema, no se descartan medidas de hecho.
El titular de la compañía minera Melissa, Jaime Gaibor, dijo que lo que
ocurre en Nangaritza con la compañía Vita es “un caso insólito” y que él
nunca ha tenido este tipo de experiencias, que califica de “muy
amarga”, mientras ha laborado en la provincia de Zamora Chinchipe.
Recordó que el reclamo por esta situación se lo viene efectuando desde
marzo de 2015. Mencionó que en una de las inspecciones realizadas a la
empresa denunciada, la Arcom encontró maquinaria como una
retroexcavadora y dos volquetes. Asimismo, señaló que las autoridades
recomendaron a la empresa Vita no realizar la explotación del sílice,
debido a que ese mineral es propiedad del Estado. Sin embargo, menciona
Gaibor, pese a la advertencia, la compañía Vita sigue explotando. El
titular de la compañía Melissa dice que esto consta en un informe de
agosto de 2015.
Gaibor agregó que la compañía Melissa tuvo que despedir al 50% de sus
trabajadores por la situación que representa la compañía Vita.
Daniel Correa, ciudadano de la parroquia Zurmi, al igual que el alcalde,
considera beneficioso que más compañías mineras trabajen en el cantón,
pero de una manera legal. Esto genera fuentes de trabajo, indicó el
ciudadano, quien exhortó a las autoridades a tomar cartas en el asunto.
(JGN)
Esperan informes
Sobre este tema, la gobernadora de la provincia, Zobeida Gudiño, indicó
que la Arcom y el Ministerio del Ambiente deben entregar informes.
“Una vez que tengamos los informes en nuestras manos informaremos en
este caso a los interesados...”, señaló Gudiño. Asimismo, dijo que se
establecieron plazos de acuerdo a la normativa legal para que la
compañía Vita cumpla con todos los requisitos para continuar operando.
Mencionó que si existen denuncias de que la empresa aludida sigue
operando, coordinará con la Arcom para efectuar una nueva inspección
sorpresa.
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