Pese a la fama y a su larga carrera de actor, Carlos Michelena sigue siendo el mismo hombre afable que vive de su trabajo. El hijo de un zapatero y una vendedora de caramelos que se buscó la vida haciendo teatro y sacando risas a la gente hasta la actualidad realiza su sketch en el parque El Ejido de la capital.
Parte de su carrera como actor la dedicó a satirizar políticos y gobiernos. Siempre, como artista, ha cuestionado el poder y ha estado junto a los más humildes. Por sus críticas ha estado preso. Ni León Febres Cordero ni Rodrigo Borja fueron tolerantes con su humor. Su más reciente incidente aconteció en 2011, cuando el Consejo Nacional Electoral abrió un expediente en su contra por haber hecho campaña a favor del NO en la Consulta Popular de ese año.
¿Qué es la democracia para usted?
Yo entiendo, por democracia, que haya una alternabilidad. Es lógico que cada cierto tiempo haya una nueva forma de gobernar. Debe haber un balance de fuerzas. Un partido no puede controlarlo todo.
En ese sentido, ¿piensa que se debe acabar el correísmo?
Yo creo que hasta en los hogares es bueno una oxigenación, no de parejas, pero sí de formas de administrar los recursos que uno tiene. La vida es dinámica, nada es estático.
Usted es comediante, uno de los candidatos también utiliza el humor.
Yo creo que se ha contemplado en la historia la utilización del arte como una artimaña demagógica. Entonces, eso le llega al pueblo. A la gente común le gusta que le hagan reír. Tal es así que en la papeleta uno se pone a ver y ninguno está serio, todos son aparentemente amables y sonreídos. Pero a la hora del té, cuando suben al poder, no hay ni cómo verles. Entonces, el señor exvicepresidente se ha servido del humor. Él ha sabido cobrar 10 mil dólares por una conferencia de humor. ¿Cuánto haré yo en el parque? En todos estos años en el parque no he llegado a hacer ni 20 mil dólares.
¿Moreno representa el continuismo?
Claro. Los que han estado en funciones durante los 10 años quieren crearse una coraza de protección judicial y controlar las leyes para que pase lo que está pasando en otros países: la corrupción sí tiene nombres y apellidos.
Y la otra opción es un banquero.
Yo creo que la disputa ahora es entre banqueros. El Estado administra, al menos, cuatro bancos. El Biess, cuya plata no es de los afiliados, según Correa, sino del Estado. Y otras cosas raras, como el Banco del Estado, el Banco Central, el Banco de Fomento y el Banco del Pacífico. Esta es una pelea entre banqueros. Uno de ellos tiene una trayectoria en su oficio y está comprobado que no tuvo nada que ver con el Feriado Bancario. El otro representa a los bancos del Estado. Lo cierto es que la esencia del poder radica en que muchos de los que suben a esas instancias de Gobierno salen bien parados.
Pero, en estos 10 años, ¿no hemos progresado?
Hay megaobras que son un maquillaje. En el fondo, el país sigue teniendo miseria. Yo soy un longo urbano, un longo de a pie y veo otra realidad que la que pintan los gobiernistas, yo veo cada vez más clubs de borrachos. ¡Perdón, borrachitos! Borrachos que andan en la calle por falta de empleo y oportunidades. Porque aquí, pasando 40 años, en el mismo Estado nos desechan. Muchos jóvenes están frustrados.
¿Ha habido demasiados impuestos?
De ley. Con el pretexto del terremoto, que fue además una bendición de algún santo hacia estos gobernantes, a pretexto de eso nos sacaron más impuestos, dizque asignado para la reconstrucción. Y recién vemos como en este invierno de la Costa siguen viviendo en albergues y antes de las elecciones van a hacer nuevamente campaña. Tuvieron apoyo de todo lado y, sin embargo, no dieron la ayuda oportuna. Y ahora que vienen de nuevo las elecciones, les van a ofertar cualquier cantidad de cosas, incluso armar maquetas para la propaganda.
Pero Lasso quiere cerrar la Senescyt.
Un joven en una sabatina le dijo al Presidente, que él regresó después de la beca y no tiene trabajo. Esa es la respuesta.
¿Qué le molesta de los políticos?
La mentira y la prepotencia.
Moreno dice que Lasso fue el causante del Feriado.
Lasso está aquí, en Ecuador. Si es el causante del feriado, ¿por qué no le meten preso? Él no está prófugo como Capaya o como el primo Pedro Delgado, que hasta ahora sigue farreando en el matrimonio al que fue. El que tiene culpa se escapa o se esconde. Él que no tiene, está dando la cara.
¿El poder pervierte?
Somos seres humanos y no nos escapamos de eso. A algunos pervierte más que a otros. En mi adolescencia hubo un presidente interino, Clemente Yeroví Indaburu, que cuando se terminó su tiempo y se nombró a un nuevo Gobierno en elecciones, este señor entregó el poder con total dignidad. Fue un estadista. De él recuerdo esa actitud noble, ese desprendimiento. Después de haber saboreado las mieles que da ese chaupi poder, salió con las manos limpias y la frente en alto. Hoy no es así, tenemos a un fulano ambicioso de poder que remendó la Constitución a su gusto para tener reelección indefinida.
Este gobierno creó el Ministerio de Cultura
Siempre hubo favoritismo para los artistas que están haciéndole coro al gobernante.
Usted mismo menciona que hubo megaobras.
Elefantes blancos, como Unasur, o megaobras hechas por Odebrecht. ¿Le sirve eso a la gente? Nunca nos enseñan en las sabatinas lo que nos pasa a los enfermos en hospitales. Yo voy a hospital público, ando mal. Alguna vez me atendieron en una carpa que está en un patio de afuera, en el frío. Además, el maltrato. A personas que están retorciéndose del dolor, les gritan que esperen. Hay mucha indolencia.
¿Los partidos le han ofrecido candidaturas?
Sí. Me he negado porque no creo en la estructura del Estado como tal. Yo creo que cuando uno quiere ayudar a alguien, desde el espacio donde se desarrolla puede hacerlo.
¿Cómo gobernaría Lasso con una asamblea con mayoría opositora?
Me imagino que esperarán al hombre del maletín, con aquello que les hace reír siempre, que es el billete. (MMD)
Fuente: La Hora
Fuente: La Hora
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