Más que
una congregación de madres amamantando parecía una afirmación de libertad.
Cientos de mujeres se juntaron en Buenos Aires para una "teteada
masiva", una curiosa manifestación en repudio al caso de una madre que fue
expulsada por "amamantar a su hijo en público" la semana pasada.
Una tarde
de pleno sol del invierno austral acompañó a las 500 personas que se
solidarizaron con Constanza Santos, la mujer sacada por dos policías de una
plaza de San Isidro, en el norte de la capital, por dar de mamar a su bebé de
nueve meses.
Con
pancartas y sosteniendo a sus pequeños, las mujeres se fueron acomodando para
manifestar por el derecho a la lactancia, algo que pudieron hacer como lo más
normal del mundo, pero que en los últimos días encendió las alarmas con
respecto al abuso de autoridad de las fuerzas policiales.
En varias
plazas de Argentina se repitió la misma escena: ellas amamantaron a sus hijos y
su alimento fue una declaración política contundente. "No a la represión,
la lactancia no se discute" o "Mis derechos son mis tetas y no
quieren tu opinión" fueron algunos de los gritos de guerra de la cita en
la Plaza del Mástil, en San Isidro, donde ocurrió el hecho que desencadenó
todo.
La
manifestación se replicó en el Obelisco -centro neurálgico de Buenos Aires-, en
ciudades como Mar del Plata (a 400 kilómetros de la capital), Tucumán (a 1.200
kilómetros al norte) o Neuquén (1.100 kilómetros al sur). "Esto es una
toque de atención a las autoridades, pero a la vez es un llamado a la
esperanza, un canto a la vida", afirmó a la AFP, Adolfo Pérez Esquivel,
Premio Nobel de la Paz de 1980 y reconocido activista por los derechos humanos
en el continente americano.
"Esto
es magnífico, porque ilumina a una problemática y pone el foco en las fuerzas
policiales, que deben estar atentas a las necesidades del pueblo, no contra el
pueblo", explicó. Algo parecido dijo Carolina, de 32 años, una muchacha
que conectó sus ojos con los de Santino, de apenas ocho meses y le anunció:
"No quiero renunciar a ser feliz y libre con mi hijo en mi país. Me parece
una locura. Por eso vinimos". 'Pique-Tetazo' sin banderas.
La
manifestación en San Isidro convocó a dos congresistas de corrientes adversas
en política: Victoria Donda, diputada por el partido de centroizquierda Libres
del Sur; y Florencia Arietto, referente del peronismo de centroderecha que
engloba el Frente Renovador. Juntas, con sus retoños, se sentaron a
amamantarlos en el mismo lugar del que la policía había sacado a Constanza.
No
faltaron críticas para el alcalde de San Isidro, Gustavo Posse, hoy del partido
del presidente Mauricio Macri, PRO, desde 1999 en el cargo en este exclusivo
sector residencial en las afueras de Buenos Aires.
La
iniciativa para respaldar a Constanza Santos también tuvo eco en los medios de
comunicación, ya que dos conductoras de un noticiero televisivo del Canal 10 de
Río Negro, una provincia del sur, amamantaron mientras presentaban las
informaciones, en solidaridad con la afectada.
Varias
actrices de la farándula local publicaron en internet imágenes suyas dando de
mamar a sus bebes. La protesta llegó incluso a la pantalla grande: el director
de cine Pablo Meza, cuya película "Las Ineses" se estrenará en
octubre, subió un pequeño adelanto del largometraje, donde el personaje
encarnado por la actriz María Leal le pide al que recrea Brenda Gandini que le
dé a su hijo "aunque sea un tetazo" y lo alimente.
El
fragmento, que se publicó en apoyo a la consigna de la "teteada
masiva" se viralizó en las redes sociales. Tres horas después del inicio
de la manifestación, un centenar de madres seguía en San Isidro con sus hijos
en brazos reivindicando un acto primario de vida y sacudiéndose de encima
cualquier intento de represión repitiendo: "Si es algo natural, ¿por qué
esconderlo?".
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