19 bienes de los implicados en la trama de corrupción están en manos de la Policía. Suman 7,5 millones.
El avalúo de los 19 bienes incautados a los procesados por el escándalo de corrupción en Petroecuador asciende a 7’522.426,64 dólares, según consta en un informe del Ministerio del Interior al que tuvo acceso La Hora. Hay 8 casas, 5 empresas, 2 terrenos, 2 oficinas con sus parqueaderos, 7 vehículos y una moto.
Sus dueños eran los exgerentes de Petroecuador Carlos Pareja Yannuzzelli y Álex Bravo; y los excontratistas de la estatal petrolera que recibieron millonarios contratos: los hermanos Jaime Alberto y Juan Andrés Baquerizo Escobar (dueños de Oil Services), Humberto Guarderas Córdova y Glenda Meza, todos procesados por cohecho.
Por montos, las propiedades incautadas al excontratista Jaime Alberto Baquerizo –que se encuentra prófugo– tienen el valor más alto: 2’369.000 dólares. La cifra comprende tres empresas, una casa y un terreno. La vivienda, una villa ubicada en Samborondón, en Guayas, tiene un avalúo comercial de 1’450.000 dólares.
Las propiedades de su hermano Juan Andrés –también prófugo– le siguen. Da un total de 1’568.480 dólares, entre su empresa, su casa y dos autos. La casa, también en Samborondón, tiene un valor de 1’300.000, mientras que un inmueble identificado como empresa asciende a 147.000.
El valor de la propiedad de Humberto Guarderas –otro prófugo– ocupa el tercer lugar. Su casa, ubicada en la urbanización Balcones de Cumbayá, en Quito, tiene un avalúo comercial de 800.000 dólares. También se le incautaron dos oficinas, que suman 181.341,69 dólares. Como referencia, uno de los parqueaderos cuesta 12.380,84. Además, le incautaron dos autos y una moto, valorados en 80.961,88. La suma total de lo incautado a Guarderas asciende a 1’062.303,57 dólares.
Mientras que lo incautado a Glenda Meza –esposa de un contratista de Petroecuador, ambos prófugos– tiene un valor de 590.490 dólares y corresponde a un auto, un inmueble usado como empresa y una casa valorada en 450.000 dólares y situada en Cumbayá.
Los vecinos desconocen cuándo fue la última ocasión en la que entró o salió
alguien del hogar de Álex Bravo. El polvo es lo único que rompe el cordón de seguridad de la lujosa residencia cercada de bloques.
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De manera individual, a Pareja Yannuzzelli se le incautó una casa en la urbanización Puerto Azul, en Guayas, avaluada en 250.000 dólares; pero a eso hay que agregarle otra vivienda en Samborondón, por un valor de 1’250.000 que está a nombre de Geapronsa, la empresa de sus hijos: Carlos Andrés y Carla Andrea Pareja Avilés. Esta empresa hace consultorías de gestión y su representante es Dora Garaicoa Soria, suegra del exministro de Hidrocarburos.
En tanto a Álex Bravo se le incautaron un terreno y a una casa, valorados en 297.163,07 dólares; y a su esposa Jelice Herrera, una casa y una camioneta por un monto de 134.990. Lo curioso es que la camioneta incautada vale más que la casa. La primera tiene un valor de 79.990 dólares mientras que la vivienda 55.000.
Las mansiones en Quito
Por las cercanías de la vivienda de Glenda Meza, avaluada en 450.000 dólares, no pasan buses. Se llega solamente en auto, está ubicada en un sector exclusivo de Cumbayá.
En medio de casas de lujo se levanta un conjunto cerrado, mucho más exclusivo, con guardianía privada. Hay pocas casas individuales de dos y tres pisos con amplios ventanales, grandes portones, acabados de lujo. Desde la garita hacia las primeras casas hay un largo camino asfaltado que está mejor mantenido que las calles que dan a esa urbanización.
Una palmera grande en una especie de redondel cierra la imagen de un sitio donde no hay esmog ni ruido. A diferencia de otros conjuntos de Cumbayá donde hay casas una junta a otra, en esta urbanización hay grandes terrenos, entre una y otra vivienda, que incluso se ofertan en los portales dedicados al negocio inmobiliario.
Según un boletín del Ministerio del Interior emitido luego de la incautación de la vivienda, el inmueble donde vivía Meza es de tres plantas. “Tenía piscinas, gimnasios, diferentes salas de estar, entre otras comodidades”.
La casa de Humberto Guarderas, representante de Tecnazul, fiscalizadora de la Refinería de Esmeraldas, está avaluada en 800.000 dólares. Es que está ubicada en el conjunto Balcones de Cumbayá, frente al reservorio de ese sector.
Aunque tampoco hay transporte público directo, el movimiento de autos de lujo es mayor en esa zona por estar ubicada la urbanización junto al Club Jacarandá. La zona se caracteriza por una serie de conjuntos habitacionales exclusivos, cada uno con guardianía privada, con barreras de seguridad.
En Balcones de Cumbayá se divisan casas muy espaciosas con aire campestre, amplias vías internas, áreas verdes. Se asemeja a una mini ciudad con acabados de lujo.En lagunas casas se pueden mirar bicicletas último modelo, jardineras colgantes.
Su entrada es muy espaciosa. Junto a la garita, un sendero para paso peatonal. Una serie de arbustos bien mantenidos se ubican en los costados de la calle de ingreso.
$3.829.222,14 es el dinero retenido en cuentas de Panamá.
$361.690 y 650 euros se incautó en efectivo en todos los registros. 1 casa y un terreno le fueron incautados a Álex Bravo. $1,2 millones costaba la casa de Pareja Yannuzzelli en Samborondón. | |
Las mansiones en Guayaquil
En el kilómetro 8 de la vía a Samborondón, a una hora de Guayaquil, se ubica el exclusivo complejo residencial Riveras del Batán, donde implicados en el escándalo de Petroecuador tienen sus viviendas.
El sector destaca por su exclusividad. Sus opulentas casas de estilo europeo- contemporáneo y áreas verdes, le dan un toque de frescura y aparente estado de tranquilidad, a pesar de que en las últimas semanas, el movimiento en la zona ha sido inusual, debido a la entrada y la salida de policías.
Ingresar al complejo no es fácil. El estricto control de guardias impide el acceso a cualquier visitante sin cita. Adentro están las casas donde residían Carlos Pareja Avilés, hijo del exministro Pareja Yanuzzelli, y Juan Andrés Baquerizo Escobar, contratista de la estatal petrolera. Todo es hermetismo.
“No puede llegar ahí. Tenemos orden de no dejar pasar a nadie. Está restringido”, dijo uno de los celadores, quien ante la insistencia, atinó a decir que llevaba cinco años trabajando en ese lugar y es su único sustento.
Los vecinos son gente distante. Se observa a unos pocos haciendo ejercicio en las áreas verdes. Uno de ellos, que evitó identificarse, aseguró conocer muy poco del tema. “Vimos el caso por televisión. He visto policías del otro lado del río (Daule). Creo que ahí está una de las casas”, señaló esquivo.
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Un golpe de suerte: un empleado que podaba el césped de una de los parterres dio una señal para llegar hasta una de las casas, sorteando a los guardias.
De la garita principal, a un kilómetro del camino adoquinado, se encuentra la vivienda de los Pareja. La mansión blanca, con ocho grandes ventanales oscuros y puerta de diseño oval, sobresale entre las que están alrededor.
Está rodeada de grandes palmeras y en al lado derecho cuenta con un amplio garaje pintado de negro para tres vehículos. En el patio trasero, a través de una vitrina transparente, se evidencia una gran piscina sin agua. Un agente de Policía custodiael lugar y se limita a decir que solo cumple su trabajo. El uniformado observó intrigado. En esta vivienda, la Policía confiscó dos vehículos: un BMW y un Kia H1.
El inmueble está avaluado en 1’600.000 y forma parte de un plan maestro que combina cuatro comunidades residenciales y un Town Center con una red orgánica de canales venecianos, lagos e islas.
Muchas de las viviendas se construyen sobre áreas de terreno de hasta 1.200 metros cuadrados y su costo llega a 650.000 dólares.
Cerca de la de los Pareja, también se ubica una de las supuestas viviendas de Juan Andrés Baquerizo. Es de tres pisos y de similares características a la anterior. Según uno de los guías, la casa está habitada y se desconoce si hay resguardo policial.
En Puerto Azul, urbanización ubicada en el kilómetro 10 de la vía Salinas-Guayaquil, se ubica otra vivienda supuestamente vinculada a Pareja. Se exhibe una estructura de menor opulencia. Es un inmueble de dos plantas valorado en 250.000 dólares que por fuera luce un poco descolorido. En su interior también está un custodio policial.
Un empleado vecino que no reveló su nombre dijo que el día del operativo, los agentes hallaron dinero en efectivo. Esa misma noche, se llevaron enseres de fina madera.
Ivole Zurita, Registrador de la Propiedad de Guayaquil, dijo que la entidad, porL, reporta al Gobierno la compra del bien que llega a inscribirse en esta institución. “Notificamos cuando el costo excede del tope que manejamos nosotros; es decir, cuando pasa del millón de dólares”, dijo.
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El Registrador indicó que Carlos Pareja y ninguno de sus hijos, según sus registros, constan como dueños de algún bien inmueble en Puerto Azul.
Las mansiones en Esmeraldas
Una cámara de videovigilancia está anclada al poste que sujeta los cables de la cerca eléctrica. Un letrero advierte al peatón del peligro de intentar ingresar sin autorización a la casa de estilo colonial.
Otro punto de monitoreo junto al portón de ingreso incrementa la disuasión hacia quienes caminan por las polvorientas calles Cedros y Tamarindos, de la ciudadela La Concordia, en el sur de la ciudad de Esmeraldas, donde se erige la vivienda valorada 213.385.
Los vecinos desconocen cuándo fue la última ocasión en la que entró o salió alguien del hogar de Álex Bravo. El polvo es lo único que rompe el cordón de seguridad de la lujosa residencia cercada de bloques. No se evidencia presencia humana. Solo hay silencio tras la muralla pintada de amarillo.
Las cortinas en los siete ventanales impiden ver el interior de la planta alta. En la parte baja apenas se ve la puerta de ingreso, tres ventanas adicionales, también con cortinas y, un recoge-hojas de piscina; la cresta de dos arbustos secos daña el panorama.
Junto a la vivienda, el monte de los dos solares baldíos desdibuja el trabajo arquitectónico. Cada vértice, cada columna e incluso el techo que forma varias cúpulas puntiagudas recubiertas de teja, dan fe de una obra hecha por un profesional en la construcción.
La lujosa casa, ahora sumida en el silencio, es solo un recuerdo del primer esmeraldeño en ocupar el más alto cargo en Petroecuador. (HCR/JCL/MGQ)
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