La tecnología satelital aplicada a la conservación de la naturaleza, es
ahora, más que nunca, un gran aliado para los gobiernos municipales
interesados en la conservación de sus recursos naturales. El rápido
desarrollo tecnológico y las constantes mejoras en la conectividad a
nivel global han sido determinantes para la creación de potentes
herramientas de monitoreo como Global Forest Watch
(www.globalforestwatch.org): una plataforma que permite detectar en una
fracción de tiempo (lo que antes tomaba meses e incluso años) sitios
críticos donde se están talando los bosques. Esto, gracias al análisis
permanente y en tiempo casi real de imágenes satelitales de alta
resolución obtenidas por los satélites de la NASA.
En el cantón Yantzaza la conservación de los bosques y el agua es una
prioridad. Así, en marzo de 2016 gracias a la voluntad política de su
Municipio liderado por su alcalde Bladimir Armijos y junto al apoyo
técnico del Fondo Regional del Agua (Foragua) y Naturaleza y Cultura
Internacional, se declararon 44.054 hectáreas del cantón como áreas
protegidas municipales, con el objetivo de conservar a largo plazo sus
servicios ambientales, siendo uno de ellos el agua para consumo humano.
Una de las áreas legalmente protegidas es la microcuenca de la quebrada
Yantzaza. Con una extensión de 1.710 hectáreas (de las cuales 1.104 son
bosque) esta zona provee de agua a los habitantes de la cabecera
cantonal y enfrenta varias amenazas tales como la fragmentación del
bosque, el aumento de áreas de pastoreo y contaminación del agua por
ganado bovino y actividades mineras. Asentamientos humanos poco
planificados al interior de la microcuenca y que no cuentan con los
servicios sanitarios básicos representa una fuente adicional de
contaminación.
A partir de noviembre de 2016 el Municipio de Yantzaza utiliza Global
Forest Watch para fortalecer el control y prevenir la deforestación en
las recientemente declaradas áreas protegidas municipales. Previo a un
entrenamiento realizado por el Foragua, cinco técnicos municipales de
las áreas de gestión ambiental y desarrollo social así como de gestión
de riesgos y planificación, determinaron con el uso de esta plataforma
áreas críticas en la microcuenca de la quebrada Yantzaza donde se
producen los mayores focos de deforestación. Días atrás, estas áreas
fueron sobrevoladas con el uso de un drone (vehículo aéreo no tripulado)
para obtener imágenes y videos que servirán junto a visitas periódicas
como un indicador del avance de la deforestación y otras posibles
amenazas; y para motivar un mayor control por parte de las instituciones
respectivas.
Durante el mes de agosto del presente año, una comisión integrada por
concejales, comisario de Policía y técnicos municipales determinó a
través de una visita de campo a la microcuenca la presencia de
actividades mineras y deforestación en áreas localizadas antes de la
captación de agua. Los daños ambientales fueron evidentes: el agua de la
quebrada se contamina debido al retiro de la roca de caja y la
producción de lodos que son depositados directamente en el curso de
agua; mientras que la vegetación protectora es removida en gran cantidad
a través del uso de mangueras con agua a altas presiones. La inspección
evidenció que en el sector se realiza explotación minera desde hace
varios meses sin el control respectivo. Denuncias verbales realizadas en
la Municipalidad sugieren que las actividades mineras se realizan en
horas de la noche.
Al respecto, la “Ordenanza para la protección de fuentes y zonas de
recarga de agua, ecosistemas frágiles y otras áreas prioritarias para la
conservación de la biodiversidad y el patrimonio natural del cantón
Yantzaza”, aprobada en marzo de este año y que declara la creación de
áreas protegidas municipales para la conservación del bosque y recurso
hídrico en el cantón, estipula en su Artículo 46 en calidad de
infracción al daño provocado al ambiente resultado de actividades que
afecten al funcionamiento del ecosistema; tal es el caso de la minería
que contamina fuentes y zonas de recarga de agua.
La misma Ordenanza, en su Artículo 49, establece sanciones a quienes
provoquen daños a los recursos naturales existentes en las áreas
protegidas municipales, entre las que se cuentan sanciones de cuantía
fija que oscilarán entre el diez por ciento de un salario básico
unificado hasta cien salarios básicos unificados; o sanciones como el
derrocamiento, desmontaje o retiro (a costa del infractor), así como la
clausura temporal o definitiva, cancelación de licencias, decomiso de
bienes y equipos, suspensión provisional o definitiva de la actividad
materia de la infracción.
En adición, la Ordenanza a través del Artículo 55, concede acción
popular a la ciudadanía para denunciar ante el Municipio la afectación a
los derechos de la naturaleza, la vulneración de los principios
ambientales, el irrespeto a la soberanía alimentaria así como la amenaza
o daño al patrimonio natural cantonal. (POR: JUAN CARLOS VALAREZO)
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