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jueves, 27 de abril de 2017

Jorge Lema el Geológo que Halló en Zamora Chinchipe la Mayor Mina de Oro del Ecuador

Jorge Lema es el Gerente de Exploración de Lundin Gold, a cargo del proyecto Fruta del Norte, formó parte de la prospección y descubrimiento del Yacimiento.

Su profesión. Quiteño de 49 años, se graduó en 1993 como ingeniero géologo de la Universidad Central. Ha trabajado en las empresas Armeno Mines y Chalupas Mining.

El descubrimiento. Exploró la concesión La Zarza desde el 2005 y en el 2006 descubrió Fruta del Norte con otros seis geólogos y profesionales. Trabajó para Aurelian y Kinross. Para un geólogo, comenzar desde la prospección de un proyecto, descubrirlo y llegar a su explotación, es un sueño. nadie llega a realizarlo.' ALBERTO ARAUJO (I) redaccion@revistalideres.ec

Su vida profesional ha caminado de la mano con el proyecto aurífero Fruta del Norte. Durante los últimos 13 años, el geólogo ecuatoriano Jorge Lema ha investigado y explorado la zona de la que, en los próximos años, será la primera mina de oro a gran escala en Ecuador. Para Lema -y para cualquier geólogo- es un sueño haber trabajado en un proyecto minero desde la etapa prospectiva, desde que prácticamente no existía. Luego, descubrir el recurso, llevarlo a etapa de exploración y finalmente llegar a explotarlo.

"Es algo que nadie tiene", advierte el ingeniero y confiesa que esa fue una de las principales razones para permanecer en el Ecuador, sobre todo en los últimos años cuando los geólogos e ingenieros en minas han sido tan cotizados en otros países de la región, como Chile, y del mundo, como Australia y Canadá. 

Lema siempre disfrutó de la observación de las rocas. De hecho, en el Colegio Rafael Larrea, en El Tejar, en Quito, las principales jornadas que disfrutaba eran las salidas de campo. Su tesis de graduación de la secundaria estuvo auspiciada por el Instituto Geográfico Militar, que en los años 80 tomó a cargo a cuatro jóvenes del Rafael Larrea, para que hagan un análisis del funcionamiento de las canteras en Quito. Justamente lo que le gustaba a Jorge.

Su siguiente paso era la universidad: en un principio quería inscribirse en la Facultad de Arquitectura, pero un poco desilusionado por la masiva afluencia de otros estudiantes, subió más por el campus de la Universidad Central y llegó a Geología, Minas y Petróleo. Eran pocos los inscritos en la carrera de Geología y decidió seguir esos estudios.

Se graduó en 1993 y no se equivocó. Ni los peligros de la selva, las quebradas, los acantilados y las largas semanas durmiendo en carpas, bolsas de dormir y comiendo arroz, atún y un poco de café han menguado su pasión por explorar e interpretar las cordilleras, las formaciones, las rocas y los depósitos de minerales.

Con su martillo de geólogo y su lupa, Jorge Lema trabajó durante cerca de diez años luego de graduarse en exploración, con las compañías Armeno Mines y Chalupas Mining. Para septiembre del 2003, pasó a Aurelian Resources, una compañía fundada por Patrick Anderson y Kirk Barrow, quienes decidieron explorar la Cordillera del Cóndor.

Luego de cerca de dos años de explorar la zona, en octubre del 2005 el grupo de geólogos, del que Lema formaba parte, encontró en una de las quebradas de la concesión La Zarza, en Zamora, una roca de 20 centímetros de diámetro que no era como las demás.

Se había desprendido de una peña y había rodado varios cientos de metros, hasta esa quebrada.
A diferencia de lo que la mayoría de compañías hacían que era analizar si tenía valores de oro y plata, Lema y otros cinco compañeros geólogos pidieron un análisis de 32 elementos, entre ellos, mercurio, arsénico y antimonio. 

Los valores eran extraordinarios respecto a estos elementos que podían estar asociados con oro y plata. Las exploraciones continuaron cerca del sector de donde se desprendió la roca, pero ahora apoyados con técnicas de geofísica que indicaron que en el subsuelo había metales.

Es así que con base en perforaciones, en febrero del 2006, dieron con el pozo descubridor a una profundidad de 425 metros, en donde encontraron roca con valores importantes de oro. 

Un año y medio de mayores exploraciones y decenas de miles de metros de perforaciones llevaron a determinar que en el subsuelo había 13,7 millones de onzas de oro de recurso inferido. Un yacimiento de clase mundial, el último descubierto en 20 años. 

Así como el yacimiento pasó de la empresa Aurelian a Kinross y de esta a la suecocanadiense Lundin, también Lema ha sido preservado en la nueva compañía como uno de los descubridores de esta mina que comenzará a producir a partir de finales del 2018.

¿De dónde le viene el nombre? Jorge Lema explica que el lugar fue bautizado como Fruta del Norte por un geólogo canadiense que encontró un árbol nativo en el sitio con un fruto no comestible pero que le servía de referencia para ubicarse. "Me voy a la Fruta que está en el Norte. Me voy a Fruta del Norte" y así quedó el nombre de la mina. 

Luis Morales, geólogo y compañero de Lema desde la universidad, resalta de él como uno de sus principales valores el respeto y el compañerismo. Indica que su éxito se ha debido al esfuerzo y el empeño que ha puesto en aprender cada día más de la profesión y de otros profesionales en minería y geología del Ecuador y que han llegado del extranjero.

Fuente: Journal OIL & POWER

Tomada originalmente de: https://www.elcomercio.com 

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