La misa del domingo no pudo culminar en Vilcabamba por discusiones entre católicos y extranjeros.
Al llegar a Vilcabamba es común observar gran número de turistas extranjeros que han hecho patria en este lugar, muchos de ellos han escogido al Valle de la Longevidad como el destino para vivir su jubilación en paz y armonía; tampoco es raro observar cómo han emprendido en negocios propios, contando con la acogida respectiva de los lugareños.
Pero desde hace algún tiempo se vienen presentando problemas entre los habitantes de esta parroquia y algunos extranjeros que se dedican al arte urbano, el último domingo el problema se acrecentó, cuando estos en hora de la misa de las 19:00, se ubicaron en el parque, fuera de la iglesia a hacer música, malabares, juegos y demás actividades que no permitieron que la eucaristía se celebre con tranquilidad.
Luego de la bendición del párroco Líder Gonza, salió acompañado de los fieles a pedir a estas personas que estaban ocasionando desorden, que se limiten a hacer bulla en horarios de la eucaristía porque aparte de ser una falta de respeto para los católicos, la bulla no le permite ni dar la homilía al Sacerdote, ni a la gente escuchar con tranquilidad.
Pero a decir del padre, las personas no hicieron caso, aduciendo que el parque es un espacio público y ellos pueden hacer lo que ellos quieran en el lugar, entre gritos y disgustos de las dos partes, luego de algunos minutos habrían arribado al lugar gendarmes de la Policía Nacional, quienes trataron de mediar por ese instante el problema. Pero las diferencias continúan.
Declaraciones
Diego Guerrero, presidente de la Junta Parroquial de Vilcabamba, asegura que él ha tenido que llamar por varias ocasiones a la Policía para que estas personas sean desalojadas del lugar y se puedan desarrollar los eventos religiosos sin contratiempos. Incluso los visitantes desarrollan estas actividades artísticas en horas del día con la finalidad de recibir la colaboración de los transeúntes.
“Con la comunidad hemos tratado de brindar un control en este tema junto a la Policía, pero no es suficiente”, menciona Guerrero, quien pide a la Municipalidad tomar cartas en el asunto y se pueda ordenar a estos artistas urbanos, además pide que los controles sean coordinados con la Junta Parroquial, puesto que ellos viven a diario lo que pasa en el lugar.
Entre los pedidos es que el Municipio pueda controlar por medio de la Comisaría de Ornato, puesto que es la entidad que administra los espacios públicos en las parroquias del cantón, menciona el presidente. Tratamos de conseguir un pronunciamiento con el Municipio de Loja, pero extraoficialmente nos manifestaron que a ellos no les competiría este tema.
“Hay que dejar claro que no estamos en contra de las actividades que realizan los extranjeros, pero les pedimos que hagan de manera ordenada, respetuosa y legal”, argumenta Guerrero quien anhela que Vilcabamba no pierda la imagen turística que años les ha tomado conseguir.
“Nosotros tratamos de hacerles entender a estas personas, pero no nos escucharon, hubo una burla hacia nosotros”, dice el párroco, recordando el hecho suscitado el domingo, quien además aclara que no les faltaron el respeto a los extranjeros, “tratamos de reclamar lo justo, pero ese día se exageraron en la bulla”, explica el Sacerdote.
Incluso los dueños de las casas aledañas al parque central de la parroquia quienes tienen portales señalan que los hijos de estos extranjeros han hecho del lugar un espacio de juego, generando daños materiales al quebrar ventanales, dañar puertas o romper incluso cristalería en los negocios del lugar. Otra de las quejas es que los infantes sin reparo alguno entran a la iglesia a hacer sus necesidades físicas sin que nadie pueda poner orden. (PBC)
Fuente: lahora.com.ec
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