Buscar trabajo es el ‘trabajo’ de la mitad de la población entre los 18 y los 34 años. Cuatro historias.
A las 09:30, con un sol envenenado
apoderándose de todos los espacios, Ricardo Bustamante se quitó con
parsimonia un terno avejentado. Tapándose apenas de la mirada de los
transeúntes con el muro del antiguo Observatorio Astronómico, en el
corazón del parque La Alameda, contó que no le fue bien en su última
entrevista de trabajo.
“Ya he perdido la cuenta de las carpetas que he entregado y las entrevistas a las que me he presentado. Cuando me gradué de administración de empresas, hace casi un año, no pensé que sería tan duro encontrar empleo”, dijo mientras se ponía un viejo overol azul para vender bebidas energizantes y recargas para celulares.
Su rutina diaria se reparte entre los trabajos ocasionales y la presentación a cualquier anuncio de vacante. “He tenido cachuelos de todo tipo, incluso desde antes de graduarme de la universidad. Lo importante es tener lo básico para la alimentación y el arriendo de un modesto cuarto en el centro”, dijo
Según datos del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (Inec), a marzo 2018, 2’125.620 jóvenes entre 18 y 34 años son desempleados, subempleados o tienen algún tipo de empleo precario. Solo en los tres primeros meses de este año, 42.684 jóvenes más pasaron a ser parte de estas categorías del mercado laboral.
Doménica Benítez, graduada hace seis meses de Ingeniera Comercial, afirmó que una de las frases que más le han dicho cuando no es seleccionada para un puesto de trabajo es “no tiene la experiencia requerida”.
“No entiendo cómo quieren que tengamos la experiencia requerida si no nos dan la oportunidad de tener un trabajo. Hice algunas pasantías, pero al final me decían que por la crisis y la baja en el negocio no podían enrolarme definitivamente”, aseveró.
Si se toma solamente la cifra de desempleados, la mayor incidencia a escala nacional está, con un 33,4%, en el rango de edad entre los 18 a 34 años. Además, según la firma de consultoría Adecco, 57% de estos desempleados son personas que tienen estudios, pero están dedicados a otras actividades fuera de su formación académica.
“Ya he perdido la cuenta de las carpetas que he entregado y las entrevistas a las que me he presentado. Cuando me gradué de administración de empresas, hace casi un año, no pensé que sería tan duro encontrar empleo”, dijo mientras se ponía un viejo overol azul para vender bebidas energizantes y recargas para celulares.
Su rutina diaria se reparte entre los trabajos ocasionales y la presentación a cualquier anuncio de vacante. “He tenido cachuelos de todo tipo, incluso desde antes de graduarme de la universidad. Lo importante es tener lo básico para la alimentación y el arriendo de un modesto cuarto en el centro”, dijo
Según datos del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (Inec), a marzo 2018, 2’125.620 jóvenes entre 18 y 34 años son desempleados, subempleados o tienen algún tipo de empleo precario. Solo en los tres primeros meses de este año, 42.684 jóvenes más pasaron a ser parte de estas categorías del mercado laboral.
Doménica Benítez, graduada hace seis meses de Ingeniera Comercial, afirmó que una de las frases que más le han dicho cuando no es seleccionada para un puesto de trabajo es “no tiene la experiencia requerida”.
“No entiendo cómo quieren que tengamos la experiencia requerida si no nos dan la oportunidad de tener un trabajo. Hice algunas pasantías, pero al final me decían que por la crisis y la baja en el negocio no podían enrolarme definitivamente”, aseveró.
Si se toma solamente la cifra de desempleados, la mayor incidencia a escala nacional está, con un 33,4%, en el rango de edad entre los 18 a 34 años. Además, según la firma de consultoría Adecco, 57% de estos desempleados son personas que tienen estudios, pero están dedicados a otras actividades fuera de su formación académica.
EL DATO
A marzo 2018, 256.362 jóvenes entre 18 y 34 años estaban desempleados; el subempleo llegó a 697.361 personas.Luciana Borja, graduada en finanzas, describió que la falta de experiencia también le ha cerrado muchas puertas, por lo que decidió, junto con un par de amigos, montar un pequeño negocio de almuerzos a domicilio.
“El sistema educativo no te prepara para los cambios y las dificultades. Se debería replantear la formación universitaria para que sea más práctica, y así no tengamos tantos problemas para insertarnos en el mercado laboral”, puntualizó.
Además, a pesar de que el emprendimiento está teniendo más clientes, Borja comentó que espera poder ejercer su profesión en algún momento. “Muchas veces, los empleadores, además de los conocimientos buscan personas proactivas y creativas. Eso lo he comenzado a entender recién ahora. Aunque es cierto que la economía ha caído terriblemente en los últimos años”, concluyó.
La situación en los sectores rurales es mucho peor que en las ciudades. Según el Inec, el 79% de los jóvenes de 18 a 34 años, es decir, 909.452 personas están desempleadas, subempleadas o en algún tipo de ocupación precaria.
A marzo 2018, 256.362 jóvenes entre 18 y 34 años estaban desempleados; el subempleo llegó a 697.361 personas.Luciana Borja, graduada en finanzas, describió que la falta de experiencia también le ha cerrado muchas puertas, por lo que decidió, junto con un par de amigos, montar un pequeño negocio de almuerzos a domicilio.
“El sistema educativo no te prepara para los cambios y las dificultades. Se debería replantear la formación universitaria para que sea más práctica, y así no tengamos tantos problemas para insertarnos en el mercado laboral”, puntualizó.
Además, a pesar de que el emprendimiento está teniendo más clientes, Borja comentó que espera poder ejercer su profesión en algún momento. “Muchas veces, los empleadores, además de los conocimientos buscan personas proactivas y creativas. Eso lo he comenzado a entender recién ahora. Aunque es cierto que la economía ha caído terriblemente en los últimos años”, concluyó.
La situación en los sectores rurales es mucho peor que en las ciudades. Según el Inec, el 79% de los jóvenes de 18 a 34 años, es decir, 909.452 personas están desempleadas, subempleadas o en algún tipo de ocupación precaria.
EL DATO
De los jóvenes empleados, un 34% tiene un contrato fijo, un 29% es indefinido; el resto subsiste de trabajos temporales, de medio tiempo, eventual o contrato por obra cierta. Robinson Limancocha se trasladó a Quito desde la zona rural de Cotopaxi, estuvo estudiando una carrera técnica, pero las necesidades económicas le han obligado a buscar mil oficios para llegar a reunir un ingreso básico cada mes.
“La situación en mi tierra es mucho peor para los jóvenes, pero acá he tenido que enfrentar dificultades para encontrar oportunidades laborales. Escuché que el Gobierno quiere impulsar el empleo juvenil, pero ojalá los ofrecimientos no se queden solo en palabras”, acotó.
Raúl Ledesma, ministro de Trabajo, anunció en los últimos días que a partir del próximo mayo entrarán en vigencia, a través de acuerdo ministerial, modificaciones a los programas ‘Mi primer empleo’ y ‘Empleo joven’.
El objetivo de estas modificaciones es que se puedan generar, durante este año, 23.500 puestos de trabajo juvenil en el sector privado, y 1.500 puestos en el sector público. “Estamos conscientes de que, los programas de trabajo juvenil no han funcionado, por eso esperamos mejores resultados con estas modificaciones”, concluyó. (JS)
De los jóvenes empleados, un 34% tiene un contrato fijo, un 29% es indefinido; el resto subsiste de trabajos temporales, de medio tiempo, eventual o contrato por obra cierta. Robinson Limancocha se trasladó a Quito desde la zona rural de Cotopaxi, estuvo estudiando una carrera técnica, pero las necesidades económicas le han obligado a buscar mil oficios para llegar a reunir un ingreso básico cada mes.
“La situación en mi tierra es mucho peor para los jóvenes, pero acá he tenido que enfrentar dificultades para encontrar oportunidades laborales. Escuché que el Gobierno quiere impulsar el empleo juvenil, pero ojalá los ofrecimientos no se queden solo en palabras”, acotó.
Raúl Ledesma, ministro de Trabajo, anunció en los últimos días que a partir del próximo mayo entrarán en vigencia, a través de acuerdo ministerial, modificaciones a los programas ‘Mi primer empleo’ y ‘Empleo joven’.
El objetivo de estas modificaciones es que se puedan generar, durante este año, 23.500 puestos de trabajo juvenil en el sector privado, y 1.500 puestos en el sector público. “Estamos conscientes de que, los programas de trabajo juvenil no han funcionado, por eso esperamos mejores resultados con estas modificaciones”, concluyó. (JS)
FRASE
En todos los
discursos se habla de darle oportunidades a los jóvenes, pero en los
hechos somos uno de los segmentos más olvidados en el mercado laboral.
Buscar trabajo es un trabajo de todos los días”. Andrés Pazmiño, graduado en sistemas y desempleado desde hace cinco meses.
Fuente: La Hora
Con el blog Buscar trabajo en Argentina
ResponderEliminarsiempre tendremos buenos consejos para el trabajo.