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sábado, 11 de julio de 2015

La extensión del Pico y Placa por la presencia del Papa limpió el aire

Las estaciones de monitoreo del Municipio de Quito registraron menores concentraciones de monóxido de carbono que las habituales el 6 y 7 de julio.

La conversión del Pico y Placa en ‘Hoy no circulo’ el lunes y martes de esta semana para vehículos terminados en placas impares y pares, respectivamente, contribuyó a reducir la contaminación en Quito.

La medida fue establecida por la visita del papa Francisco a la ciudad, con el objeto de reducir la circulación vehicular en la capital, cuyo parque automotor ronda las 500.000 unidades.

Según el Cabildo, en la zona de Cotocollao, cerca al lugar que el Pontífice celebró el martes una misa campal, se registró la víspera una concentración de monóxido de carbono (CO) de 0,39 miligramos por metro cúbico (mg/m³).

El día del evento, la cantidad de CO, un residuo de la quema de combustibles, llegó en ese sector a los 0,37 mg/m³. En un día típico, el área supera los 50 mg/m³.

En la parroquia Belisario Quevedo (centro-norte quiteño), la situación fue similar aunque con mayores diferencias entre una y otra jornada.

El lunes la concentración de la emisión contaminante fue de 60 miligramos por metro cúbico en ese punto, cantidad no muy alejada de la medida considerada normal en el área (sobre los 60 mg/m³).

El martes, cuando a la extensión del Pico y Placa se sumó la reducción de actividades cotidianas por la presencia papal durante el día en la urbe, la medición del CO arrojó 0,55 mg/m³ en el sitio.

Una situación parecida ocurrió en el Centro Histórico, donde la estación de monitoreo ambiental ubicada en la zona registró una concentración de CO de 0,60 mg/m³ el lunes, mientras que la medida alcanzó los 0,52 mg/m³ al día siguiente. 
En la parte antigua de la ciudad, los niveles del monóxido de carbono tienden a superar los 0,60 mg/m³.

La reducción de las emisiones contaminantes atribuida a la aplicación de restricciones de circulación vehicular no es nueva en Quito.

En septiembre pasado se hizo público un estudio de la Universidad George Washington acerca del mejoramiento de la calidad del aire en la capital de la República a raíz de la implementación del Pico y Placa en 2010.

La investigación, realizada por Paúl Carrillo, Yiseon Yoo y Arun S. Malilk, estableció en base de cifras de la Corporación para el Mejoramiento del Aire (Corpaire) una baja de 10% en promedio de las concentraciones de dióxido de carbono (CO₂) en los 2 años posteriores al arranque de la medida Pico y Placa.

El valor contrasta con lo ocurrido con medidas de restricción similares en las ciudades de México DF y Bogotá.

De acuerdo con el estudio, las emisiones de CO₂ se redujeron en la capital mexicana en los 11 primeros meses de aplicación de la medida (1989) y hubo una ligera disminución en el primer año (1998) y de los ajustes a la medida en su similar colombiana. Pero hubo incrementos en la contaminación ambiental en ambas ciudades.

El plan del Pico y Placa ha sido abordado por la actual administración de la ciudad. Una de las promesas del alcalde capitalino, Mauricio Rodas, fue exonerar de la medida a las motocicletas y a los vehículos con 3 o más ocupantes. Ambas propuestas fueron planteadas ante el Concejo el año pasado, sin que lograran el apoyo necesario. Incluso ediles afines a Rodas mostraron sus dudas. (I)

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