Galo Chiriboga, fiscal General, no necesita que lo acusen: esta mañana realizó lo más parecido a una autoinculpación en Ecuavisa, en una entrevista con Alfredo Pinargote.
Chiriboga reconoció que en los anexos de los inmuebles de su declaración juramentada consta la empresa Madrigal Finance Corp., que aparece en los Panama Papers. Hizo algo más: diez minutos de gimnasia retórica para explicar por qué lo que es de él, no es de él. Y por qué lo que es de él, no lo declaró porque, en realidad y por decisión suya, dejó de ser suyo, solo en los papeles. En la realidad es de él.
Hay que ver ese video. Hay que ver a Chiriboga hablar de él como si se tratara de un tercero. En la parte que concierne su caso (no si el bien lo pagó al precio justo), cuenta que cuando el juez ordenó que le transfieran el inmueble, se firmó la escritura con Madrigal Finance Corp. (que es él). Inmediatamente se puso esa propiedad en un fideicomiso de administración con la compañía Fodevasa. ¿Y por qué se puso?, se pregunta el Fiscal. Y responde: “para administrar un inmueble que había pasado abandonado por más 4 años y que no tenía posibilidad alguna, en la crisis financiera del Ecuador de 1999, de venderse o realizarse”. Es decir, él crea un fideicomiso que es el que tiene la propiedad para administrar un inmueble que es suyo.
¿Pidió él crear ese fideicomiso a Mozzack Fonseca para administrar ese inmueble (que es de él)? No, dice Chiriboga, prosiguiendo su síndrome de desdoblamiento. No lo hizo él. Fue su estudio jurídico el que buscó un estudio jurídico en Panamá para hacerse cargo del inmueble que es de él en Cumbayá. Por lo tanto –dice– la empresa Madrigal Finance Corp. no fue creada por pedido de Galo Chiriboga sino de una empresa que estaba ofertada a través de un estudio jurídico en Ecuador (el suyo) para que pueda asumir esta responsabilidad. Pero cuando se cambia a los administradores de Madrigal Finance Corp. –dice Pinargote– (para reemplazar los que puso el estudio jurídico panameño) y nombraron a los nuevos, aparecieron amigos suyos. ¿Fueron puestos por pedido de él? Sí –responde Chiriboga–. En un directorio uno pone asus amigos, no a sus enemigos.
Minutos después reconocerá que, semanas antes de posesionarse como Fiscal General en julio 2011, su esposa pidió al estudio jurídico Mozzack Fosenca, el del escándalo, que él y sus amigos ya no figuren en esa compañía y sean reemplazados por otras personas de Mozzack. Con un candor que será recordado, Chiriboga explica incluso la razón por la cual se hizo rayar de su compañía, que le entregó la administración de su bien a una fiduciaria y que él es el único accionista: “porque no puede el Fiscal General de un Estado estar vinculado a una empresa de ninguna naturaleza”.
Si su nombre no está, pues él ya no está. Desapareció poniendo prestanombres en su lugar. Se supone que es así que él cree haber puesto el cargo de Fiscal General de un Estado llamado Ecuador a buen recaudo.
Lo demás se entiende por añadidura: su bien no está incluido en la declaración de bienes cuando debía hacerlo, como funcionario público (2005, 2006, 2010), por una razón evidente: no estaba en poder de Madrigal Corp. ¿Por qué? Porque estaba, por decisión suya, en poder de la fiduciaria Fodevesa. Con ese falso candor, por el cual será recordado, agrega que su empresa no tiene actividad en Panamá ni en Ecuador… “más allá de ser propietaria, como persona jurídica, de ese inmueble”.
¿Si esto no es autoinculpación, cómo se llama?
En definitiva, Galo Chiriboga fue a Ecuavisa a decir que los Panama Papers tienen razón. Madrigal Corp. -que es él-, dio la administración de su propiedad a una fiduciaria que lo único que hace es eso: ocultar que él es el propietario de ese inmueble. Ah, pero sí ha pagado impuestos prediales.
Chiriboga dijo todo esto con una naturalidad que pasma. Su reflexión es la de un abogado que debe encontrar legal que un funcionario público oculte información sobre su patrimonio tras una compañía de papel. Ético no es. El Fiscal no invalidó ninguna de las razones esgrimidas por 4pelagatos para pedir su renuncia.
Chiriboga reconoció que en los anexos de los inmuebles de su declaración juramentada consta la empresa Madrigal Finance Corp., que aparece en los Panama Papers. Hizo algo más: diez minutos de gimnasia retórica para explicar por qué lo que es de él, no es de él. Y por qué lo que es de él, no lo declaró porque, en realidad y por decisión suya, dejó de ser suyo, solo en los papeles. En la realidad es de él.
Hay que ver ese video. Hay que ver a Chiriboga hablar de él como si se tratara de un tercero. En la parte que concierne su caso (no si el bien lo pagó al precio justo), cuenta que cuando el juez ordenó que le transfieran el inmueble, se firmó la escritura con Madrigal Finance Corp. (que es él). Inmediatamente se puso esa propiedad en un fideicomiso de administración con la compañía Fodevasa. ¿Y por qué se puso?, se pregunta el Fiscal. Y responde: “para administrar un inmueble que había pasado abandonado por más 4 años y que no tenía posibilidad alguna, en la crisis financiera del Ecuador de 1999, de venderse o realizarse”. Es decir, él crea un fideicomiso que es el que tiene la propiedad para administrar un inmueble que es suyo.
¿Pidió él crear ese fideicomiso a Mozzack Fonseca para administrar ese inmueble (que es de él)? No, dice Chiriboga, prosiguiendo su síndrome de desdoblamiento. No lo hizo él. Fue su estudio jurídico el que buscó un estudio jurídico en Panamá para hacerse cargo del inmueble que es de él en Cumbayá. Por lo tanto –dice– la empresa Madrigal Finance Corp. no fue creada por pedido de Galo Chiriboga sino de una empresa que estaba ofertada a través de un estudio jurídico en Ecuador (el suyo) para que pueda asumir esta responsabilidad. Pero cuando se cambia a los administradores de Madrigal Finance Corp. –dice Pinargote– (para reemplazar los que puso el estudio jurídico panameño) y nombraron a los nuevos, aparecieron amigos suyos. ¿Fueron puestos por pedido de él? Sí –responde Chiriboga–. En un directorio uno pone asus amigos, no a sus enemigos.
Minutos después reconocerá que, semanas antes de posesionarse como Fiscal General en julio 2011, su esposa pidió al estudio jurídico Mozzack Fosenca, el del escándalo, que él y sus amigos ya no figuren en esa compañía y sean reemplazados por otras personas de Mozzack. Con un candor que será recordado, Chiriboga explica incluso la razón por la cual se hizo rayar de su compañía, que le entregó la administración de su bien a una fiduciaria y que él es el único accionista: “porque no puede el Fiscal General de un Estado estar vinculado a una empresa de ninguna naturaleza”.
Si su nombre no está, pues él ya no está. Desapareció poniendo prestanombres en su lugar. Se supone que es así que él cree haber puesto el cargo de Fiscal General de un Estado llamado Ecuador a buen recaudo.
Lo demás se entiende por añadidura: su bien no está incluido en la declaración de bienes cuando debía hacerlo, como funcionario público (2005, 2006, 2010), por una razón evidente: no estaba en poder de Madrigal Corp. ¿Por qué? Porque estaba, por decisión suya, en poder de la fiduciaria Fodevesa. Con ese falso candor, por el cual será recordado, agrega que su empresa no tiene actividad en Panamá ni en Ecuador… “más allá de ser propietaria, como persona jurídica, de ese inmueble”.
¿Si esto no es autoinculpación, cómo se llama?
En definitiva, Galo Chiriboga fue a Ecuavisa a decir que los Panama Papers tienen razón. Madrigal Corp. -que es él-, dio la administración de su propiedad a una fiduciaria que lo único que hace es eso: ocultar que él es el propietario de ese inmueble. Ah, pero sí ha pagado impuestos prediales.
Chiriboga dijo todo esto con una naturalidad que pasma. Su reflexión es la de un abogado que debe encontrar legal que un funcionario público oculte información sobre su patrimonio tras una compañía de papel. Ético no es. El Fiscal no invalidó ninguna de las razones esgrimidas por 4pelagatos para pedir su renuncia.
Fuente: 4Pelagatos
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