A las pocas horas de sucedido el terremoto, empezó a circular en las redes sociales la noticia de la reina de Pedernales había muerto. Mensajes de solidaridad por el hecho se multiplicaban en Facebook y mientras eso sucedía, la reina volvía a su ciudad a tratar de ayudar en algo.
Helen Dender recuerda que empezó a recibir llamadas desesperadas de su familia en Manta y Guayaquil. Ella no sabía que en internet había muerto. “La gente creo que se confundió, la que murió fue la cuarta finalista, Carla Espinoza.
Ella falleció en el hotel Pedernales, en el primer piso, donde visitaba a una prima”, cuenta la soberana a las puertas del estadio de la ciudad, convertido en el centro de operaciones de las labores de emergencia.
Con su camiseta de la selección puesta y la banda que la identifica como reina, asegura que publicó en su perfil de Facebook que la reina no había muerto. “Pero me tocó borrar el post porque me empezaron a atacar, diciendo que me sentía ofendida porque llamaron reina a Carla, pero no es así”, cuenta.
Las críticas también han llegado por usar la banda. “Creen que me la pongo para hacer farándula, para que me quieran, pero en realidad con esto me dejan entrar a los sitios a ayudar”.
Su reinado ha cambiado drásticamente. Tenía previsto organizar talleres gratuitos de etiqueta, protocolo y modelaje, pero ya todo cambió. “Íbamos a hacer una serenata por el Día de la Madre, pero no creo que estamos para hacer fiestas”, reflexiona Helen.
Ahora su año de reinado, del que aún le quedan nueve meses, serán destinados a la ayuda a los que lo perdieron todo. En su casa, para su suerte, solo se perdió el cerramiento. Toda su familia y ella, pese a lo que se dijo en Facebook, está sana y salva.
Helen Dender recuerda que empezó a recibir llamadas desesperadas de su familia en Manta y Guayaquil. Ella no sabía que en internet había muerto. “La gente creo que se confundió, la que murió fue la cuarta finalista, Carla Espinoza.
Ella falleció en el hotel Pedernales, en el primer piso, donde visitaba a una prima”, cuenta la soberana a las puertas del estadio de la ciudad, convertido en el centro de operaciones de las labores de emergencia.
Con su camiseta de la selección puesta y la banda que la identifica como reina, asegura que publicó en su perfil de Facebook que la reina no había muerto. “Pero me tocó borrar el post porque me empezaron a atacar, diciendo que me sentía ofendida porque llamaron reina a Carla, pero no es así”, cuenta.
Las críticas también han llegado por usar la banda. “Creen que me la pongo para hacer farándula, para que me quieran, pero en realidad con esto me dejan entrar a los sitios a ayudar”.
Su reinado ha cambiado drásticamente. Tenía previsto organizar talleres gratuitos de etiqueta, protocolo y modelaje, pero ya todo cambió. “Íbamos a hacer una serenata por el Día de la Madre, pero no creo que estamos para hacer fiestas”, reflexiona Helen.
Ahora su año de reinado, del que aún le quedan nueve meses, serán destinados a la ayuda a los que lo perdieron todo. En su casa, para su suerte, solo se perdió el cerramiento. Toda su familia y ella, pese a lo que se dijo en Facebook, está sana y salva.
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