Una vuelta por “El Cisne” visitando a la Churonita

La mañana del domingo 16 de agosto a las 05:00 viajé desde la ciudad de Zamora hacia “El Cisne” un sitio ubicado a 70 kilómetros desde la ciudad de Loja, sobre una cumbre de 2.440 metros de altura, con una temperatura promedio de siete 10 grados, ahí está el imponente Templo Gótico, muy concurrido durante todo el año, pero especialmente cada agosto.

 

A las 08:00 llegamos y dejamos el vehículo en un parqueadero provisional privado que es mucho mejor que un público ya que en este último se puede ser víctima de la delincuencia. Bueno, caminamos aproximadamente unos 20 minutos y llegamos a la gran iglesia donde a partir de las 9:00 hubo una misa donde las manfestaciones de devoción se observaban por todos lados.

Particularmente yo Raúl Javier Lojano, visité por última vez este santuario hace aproximadamente unos 17 años, y la verdad me pareció una experiencia llena de emociones encontradas. Como todo ser humano vivo en un mundo terrenal atrapado o envuelto en una dimensión de política desordenada, egoísmo, y más cuestiones que desdicen del verdadero ser humano. pero al llegar acá creo que al igual que la mayoría me cuestioné a mi mismo sobre la existencia:

¿Estoy viviendo bien?  ¿Si la muerte me sorprendiera como a muchos de mis amigos o conocidos hacia donde iría? Aunque alguno chistosamente dijera al cementerio, la pregunta es en serio ¿He cumplido con mi fase sobre la Tierra? 

Y así, aunque no le prometí nada a la misericordiosa Virgen, creo que llegué a un punto de reflexión que me pone a pensar en que mi vida tiene que volver a ese estado de conciencia donde uno desea lo mejor para el prójimo (próximo/cercano), es decir, a esa conciencia que tenemos cuando somos niños.

A esa edad donde nos disgustamos y en sólo unos minutos volvemos a compartir nuestra amistad como si no hubiese pasado nada. La verdad me siento feliz de estar en este mundo, claro como todo ser humano con virtudes y defectos que están envueltos en las cosas de la vida (cuestiones terrenales).

Aquí caben los recuerdos de las lecturas sobre la vida de Jesús, y de seres humanos mártires que lo dieron todo con altruismo. De todas maneras haber venido hasta "El Cisne" me ha sacudido y me ha hecho volver a la realidad. 

"Soy un ser humano que tiene que mejorar su estado de conciencia en el mundo y no con palabras sino con acciones que me lleven a un lugar fantástico allá donde están los Bienaventurados de el santo padre (Dios), sólo espero que él guíe mi camino y le dé Paz a mi corazón...Amén"

Muy bien, debo añadir que en "El Cisne" saludé brevemente con Dany Luzuriaga, un amigo de Palanda, Jorge calva y otros conocidos de Zamora Chinchipe.

Pude compartir con mi esposa, hijos, hermana y otros familiares mi vuelta por El Santuario de El Cisne.

Luego caminamos nuevamente hacia el auto y un poco cansados pero felices pasamos por San Pedro de la Bendita, almorzamos en Catamayo, y estuvimos nuevamente en Zamora a las 15H00.

Por cuestiones de trabajo no podré estar en la caminata. Pero les comento que la Procesión que se lleva a cabo es impresionante, pues son miles de personas que caminan cumpliendo los tradicionales votos y todos pugnan por la suerte de cargar la imagen un momento durante el trayecto de 74 kilómetros que se recorren en tres días.

La imagen de la Virgen del Cisne ingresa a Loja la tarde del 20 de Agosto para presidir la gran festividad religiosa, comercial y agrícola que se viene desarrollando desde el año 1.824.

Gracias por seguirme a través de mi blog en Internet... Les dejo algo más de información.

Miles de devotos católicos que llegan de diferentes partes del mundo acompañarán a la Virgen de “El Cisne” hacia la ciudad de Loja desde este 17 al 20 de agosto de 2015.

Los pormenores de la caminata serán transmitidos por las radios Voz del Santuario, Matovelle y Luz y Vida.

Armando Jiménez, rector del Santuario, dio a conocer que este 17 de agosto inicia la peregrinación hacia San Pedro de la Bendita; el 18 a Catamayo y, finalmente el 20 hacia la ciudad de Loja.

Muchos feligreses cumplen sus promesas caminando desde San Pedro de la Bendita, hasta el Santuario de la Churonita.

Los comerciantes son quienes aprovechan este tiempo para vender pomas de agua con agua para que sean bendecidos por los sacerdotes que permanecen en los exteriores de la basílica.

Se recomienda llevar ropa muy abrigada ya que por estos tiempos el frío es muy intenso.